Por qué Amancio Ortega paga menos IVA que tú

El IVA es el camarero que nunca olvida cobrarte el café. Es un impuesto indirecto, lo que significa que lo pagamos todos por igual al consumir, sin importar nuestra renta. Pero aquí viene lo curioso: cuanto más dinero tienes, menor es la proporción de tus ingresos que se va en este impuesto. 

El otro día me preguntaron cómo era esto posible, así que os lo explico. El IVA es un impuesto al consumo, lo que significa que se aplica sobre el precio de los productos y servicios que compramos. En España, el tipo general es del 21%, aunque hay tipos reducidos (10% y 4%) para ciertos bienes esenciales. Por cierto, el tipo medio es del 15,3%. Pero hay un detalle clave: las personas con menores ingresos destinan una parte mucho mayor de su dinero al consumo, mientras que las personas con mayores ingresos pueden ahorrar o invertir una parte más importante. Y como el IVA solo se aplica cuando consumes, los que ahorran terminan pagando proporcionalmente menos. De otro modo, el pobre y el rico se comerán cada uno un filete. Es verdad que el rico pagará un filete mucho más caro. Pero no se comerá 35 filetes. Por tanto, ambos pagarán el IVA del filete, con la diferencia de que ese filete le supone al pobre un 10% de sus ingresos y al rico un 0,1%.

Por verlo con un ejemplo. Verónica gana 1.500€ al mes y gasta casi todo en productos y servicios sujetos a IVA. Supongamos que su gasto medio mensual tiene un IVA del 10%. Entonces, pagaría 150€ en IVA, lo que equivale a un 10% de su renta. María, en cambio, gana 10.000€ al mes, pero solo gasta 5.000€ en consumo. Usando el mismo tipo medio de IVA (10%), pagaría 500€ de IVA. Pero, en su caso, esto representa solo un 5% de sus ingresos. El resultado es claro: aunque María paga más en términos absolutos, el esfuerzo relativo es menor que el de Verónica. 

Fuente: Carlos Arenas Laorga

Un menú del día de 15€ en un bar lleva un 10% de IVA, mientras que una cena en un restaurante de lujo, que cuesta 150€, también lleva un 10% de IVA. Aunque el gasto absoluto es mayor en el restaurante de lujo, la proporción de impuestos sigue siendo la misma. Es como el filete del principio.

Si no queremos un impuesto regresivo, se podrían hacer algunas cosas, como devolver el IVA a las personas con renta inferior a un determinado salario, reducir el IVA de productos esenciales, u otras alternativas.

El IVA parece un impuesto igual para todos, pero en la práctica afecta mucho más a quienes menos tienen. Los que ganan más pueden permitirse ahorrar o invertir, evitando pagar tanto por este impuesto. Al final pagan más, eso sí. Pero ahora se entiende mejor el gráfico.