La gran factura que se paga en todos los países consumidores de crudo es cada vez mayor. A doble dígito en concreto en el último mes, acrecentado por un conflicto, la invasión de Rusia sobre Ucrania que ya cumple una semana. La subida del coste del Futuros del petróleo tanto a uno como a otro lado del Atlántico se mantiene ya muy por encima de la cota máxima de los 105,79 dólares alcanzados el día del comienzo de las hostilidades, su nivel más alto en nada menos que 7 años.
Sin embargo, la cota de los 119 dólares ya es un hecho de forma que desde Goldman Sachs ya se han apresurado a superar las cotas anteriormente previstas. Esa subida de los 95 a la expectativa de 115 dólares por barril de crudo que ya se ha quedado pequeña.
Ahora el banco de inversión americano coloca su previsión de precios al alza hasta los 125 dólares por barril en el mes de mayo, si la invasión rusa de Ucrania resulta un “shock de suministro”. Considera que el aumento y la intensidad de las sanciones económicas contra Moscú eleva el precio. Un aislamiento político y sobre todo económico que va en aumento tras el asedio a Kiev y los ataques contra la segunda ciudad del país.
Desde Goldman Sachs consideran que Rusia elevara los precios no solo del petróleo sino de los productos que produce, desde el gas, aluminio, por tanto, el paladio, el níquel, el trigo y también el maíz. Recordemos que Rusia produce el 10% del petróleo mundial, suministra el 40% del gas de Europa, pero también es el mayor exportador de cereales y fertilizantes del mundo, el primero productor de paladio y níquel, el tercer exportador de carbón y acero y el quinto exportador global de madera.
En su gráfica de cotización, vemos que el precio del crudo se ha elevado en, solo cinco días un 16,63%, con avances en el último mes que alcanzan el 23,65%. En los tres meses precedente la subida de precio en el barril brent alcanza el 60,12% mientras que, en lo que va de año el encarecimiento del crudo alcanza el 41,6%
Pero Goldman Sachs no es el único que aumenta su apuesta por el precio del crudo. De momento, por ejemplo, el suministro de gas ruso se mantiene a Europa, pero otros factores como la decisión que ha tomado Alemania para congelar el oleoductor NordStream 2 con Rusia, e incluso otro candente ya desde la última semana, que Estados Unidos no logre finalmente un acuerdo nuclear con Irán, que abriría, con el levantamiento futuro y progresivo de las sanciones el grifo del crudo en Teherán, podrían crear ese esperado shock de oferta.
Mientras desde Morgan Stanley prevé este año un petróleo a un precio de 125 dólares este año, en una tendencia continua que alcanzará incluso un precio de 150 dólares el barril en el próximo.
Desde la consultora de energía Rystad Energy consideran que el precio del crudo, de complicarse más el panorama global podría alcanzar incluso los 130 dólares el barril, aunque no ha especificado plazo alguno, mientras que en el horizonte se mantiene la predicción de los 150 dólares barril que en enero colocaba JPMorgan sobre el mercado del crudo global.
Esto intensificará la factura energética a pagar por los países consumidores, que ven como la subida exponencial de los precios coloca en una situación muy delicada al proceso de recuperación de sus economías, en lo que se esperaba un 2022 de remisión de la inflación en la segunda parte del año, que, con estos precios, no se producirá de mantener esta tendencia.
En cuanto a la reunión de ayer de la OPEP+ ha ayudado a mantener los niveles tan elevados del precio del crudo al seguir la senda establecida. Alegan que el encarecimiento del precio no se debe al nivel de oferta, sino a las tensiones geoestratégicas y pasan de largo, con Rusia al frente, de volcar más oferta de la anunciada al mercado, que será de 416.694 barriles diarios desde abril tal y como vemos en el cuadro con las cuotas de cada miembro
Así, comprobamos como tanto desde Rusia como desde Arabia Saudí llegará, respectivamente de cada uno de ellos el 10,43% de ese incremento que abastecerá al mercado, una nueva fuente de ingresos para Vladimir Putin. Mientras en Estados Unidos, la Agencia Internacional de la Energía y Estados Unidos acuerdan liberar 60 millones de barriles de las reservas, que por tanto caen en el cómputo de ayer del primer consumidor mundial. En el caso de la AIE es la cuarta reducción coordinada que sucede en su historia.