Las ventas del grupo Pernod Ricard cayeron un 7%, hasta los 6590 millones de euros, especialmente por la reducción de las facturación en sus dos principales mercados, Estados unidos y China. El propietario de marcas como Absolut, Ballantines o Beefeater se mostró prudente sobre sus previsiones para el conjunto de su ejercicio fiscal, que se cerrará el 30 de junio, cuando espera una facturación "estable", mientras que hasta ahora apostaba por un crecimiento.
El presidente de la empresa, Alexandre Ricard, ha indicado que el mercado de los licores "se normaliza tras los años de crecimiento excepcional" que siguieron al final de la crisis de la covid.
Pernod Ricard, al igual que sus rivales Diageo o Remy Cointreau, ha experimentado un fuerte crecimiento en los últimos dos años, con ventas impulsadas por el consumo doméstico durante el COVID y los aumentos de precios.
Para el ejercicio 2023-24, Pernod Ricard tiene como objetivo unos ingresos ampliamente estables, excluyendo los efectos de tipo de cambio y de alcance, y un crecimiento orgánico del margen operativo actual, con un EBITDA orgánico de un solo dígito bajo.
La compañía ahora espera que las ventas se mantengan estables este año después de unos primeros seis meses difíciles, pero confía en una mejora de la demanda en los principales mercados de China y Estados Unidos a partir del segundo semestre.
Es quizás esta variable en la que están poniendo la atención los inversores con una subida de más del 5% en bolsa este jueves después de anotarse más de un 2,9% en lo que llevamos de ejercicio después de una caída de más del 13% en 2023.
El tiene el precio objetivo en 176,71 euros, lo que arroja un potencial del 7,78% sobre los precios actuales. De los 22 analistas que cubren actualmente el valor, 8 tienen recomendación de “compra” o fuerte compra frente a 10 que optan por mantener y cuatro que recomienda vender.