Y tras registrar un volumen de ventas global, en 2019, de 26,7 billones de dólares, según datos de Unctad, la agencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo y la institución supervisora de los flujos de inversión internacionales. Bajo un escenario de alto potencial de crecimiento. Porque tan sólo dos de cada diez dólares se tramitan todavía a golpe de clic en todo el mundo.
El diagnóstico inicial de la Unctad sobre la evolución de las ventas por Internet en un ejercicio en el que arraigó la mayor recesión global en tiempos de paz por los confinamientos sociales y las hibernaciones de la economía derivados del Covid-19 deja unos registros históricos. El empleo de plataformas online ha sido capital para mantener latente el pulso del comercio minorita. Porque las ventas del comercio minorista se incrementaron en mercados como el de Corea del Sur hasta alcanzar una cuota de negocio del 25,9% en 2020, frente al 20,8% de 2019. Bajo un clima generalizado de propensión al gasto a golpe de clic. También en mercados como el de China, donde el salto a las compras online en 2020 ha representado el 24,9% de la actividad minorista. O en Reino Unido, donde las adquisiciones electrónicas llegaron a suponer el 23,3% de las ventas del comercio minoristas totales. El informe de Unctad certifica que el 'boom' del comercio telemático ya gozaba de buena salud en 2019. El ejercicio previo a la Gran Pandemia registró operaciones por valor de 26,7 billones de dólares. Cifra similar a la suma del PIB de EEUU y Alemania, primera y cuarta economías mundiales. Un 4% por encima del cómputo de 2018. Esta institución es la encargada de compulsar oficialmente los flujos de capital a escala internacional.
Sin embargo, los datos, desvelados en abril, dejan unas estimaciones iniciales sobre el año marcado por la epidemia -a partir de estadísticas sobre siete naciones de rentas altas- muy alentadores sobre el potencial futuro del comercio electrónico. Un instrumento que goza de cada vez más adhesiones sociales, de consumidores, y de apuestas estratégicas empresariales. Porque el análisis del organismo cifraba el B2B -Business to Business- y el B2C -Business to Consumer- en el 30% del PIB global en 2019.
Las estadísticas revelan la rampante importancia del comercio online y el impacto que la crisis sanitaria internacional ha ocasionado en esta modalidad de mercado”, explicaba en la presentación del informe Shamika Sirimanne, directora de Tecnología y Logística de la Unctad, para quien esta fórmula “resultará esencial en el desarrollo de países de rentas bajas y en el rediseño de sus economías” para abordar el ciclo de negocios post-Covid. En su recomendación, incidió en la fortaleza del B2C en las potencias industrializadas y China.
Las trece mayores compañías del comercio electrónico -diez de ellas, de capital estadounidenses o de la Gran Factoría Mundial- han reforzado durante los meses de alarma social por la crisis del coronavirus servicios como el de viajes o el de movilidad, que hace referencia a cualquier tipo de ofertas vinculadas a la multiplicidad de ofertas compartidas o de economía circular que han proliferado de forma expresa durante la epidemia. Tras contabilizar cuantiosas pérdidas iniciales en sus volúmenes brutos de ventas (GMV o Gross Merchandize Volume). Algunas de ellas como Expedia Group -que bajó del quinto peldaño en 2019 al decimoprimero en 2020, Booking Holdings, del sexto al duodécimo, o Airbnb, que retrocedió dos puestos, del undécimo al decimotercero en el escalafón global- siguen bajo las secuelas de la parálisis económica y comercial. Pero, en general, los servicios online de estas compañías subieron en un 20,5% en 2020. Frente al 17,9% de 2019. Con espectaculares repuntes de empresas como Shopify, del 95,6% o Walmart (72,4%). Las trece de mayor facturación ingresaron 2,9 billones de dólares el pasado ejercicio.
El negocio B2B facturó 21,8 billones de dólares, algo más del PIB de EEUU, en 2019, lo que representó el 82% del total del comercio electrónico, incluyendo las ventas online de plataformas telemáticas de mercado y transacciones electrónicas. Con EEUU al frente del liderazgo mundial. Por delante de Japón y de China. Mientras las ventas B2C llegaron a alcanzar los 4,9 billones de dólares -un 11% más que en 2018- con China, EEUU y Reino Unido como principales dominadores. España se sitúa en el décimo lugar del ranking mundial, con 344.000 millones de dólares de negocio y un 25% de cuota de mercado en e-commerce.
La radiografía de la Unctad también refleja el aumento de ventas transfronterizas, con un alza del 9% en 2019, hasta rebasar los 440.000 millones de dólares y lograr un incremento del 20% de total de compras internacionales en 2017 al 25% dos ejercicios más tarde. Aun así, los expertos de la institución alertan en su índice World Benchmarking Alliance 2020 el déficit de inclusión digital. En este indicador, que evalúa el progreso en innovación de un centenar de compañías telemáticas, desvela que las 14 firmas de e-commerce que se incluyen en su valoración, obtuvieron unos pobres registros conjuntos de 20 puntos sobre 100. En parámetros de acceso a tecnologías digitales, contratación de profesionales con experiencia y bagaje online y fortalecimiento de inversiones en I+D+i. Lejos de las firmas de hardware y de servicios de telecomunicaciones, que comandan la clasificación.