Varios factores influyen a la baja en las expectativas de bajada del precio del petróleo en la última semana.Pero una de las fundamentales pasa por los problemas que de nuevo se han desatado a cuenta de los bancos regionales americanos, con el First Republic cayendo primero a plomo y después en su puja y adjudicación a JPMorgan. Pero esa solución, no ha calmado ni de lejos al mercado.
A primer plano, sin duda, la salud de una economía estadounidense, aderezada además por el impacto de la esperada subida de los tipos de interés en Estados Unidos de 25 puntos básicos decidida el miércoles por parte de la Reserva Federal, que deja los tipos de interés al otro lado del Atlántico en una horquilla de tipos de entre el 5 y el 5,25%, marcando sus mayores niveles desde 2007.
Una situación que eleva incluso los temores de que la recesión americana, aunque no se espera profunda, llegará a final de año, uno de los grandes temores de los inversores en todo el mundo.
Pero hay otro factor que ha influido en esas caídas. Se trata de los inventarios de gasolina en Estados Unidos, y de su Incremento en la última semana de forma que ha sorprendido al mercado. Hablamos de 1,7 millones de barriles frente a la caída esperada de 1,2 millones de barriles.
A esto se unen los datos nada alentadores que llegan de China y que hace tan solo una semana eran todo lo contrario. Ahora las cifras de manufacturas, que han caído sin que se esperara, tampoco ayudan porque recordemos que halamos del mayor consumidor y comprador de crudo de todo el mundo.
En su gráfica de cotización comprobamos que esta materia prima ayer se recuperaba tras las fuertes caídas y cotizaba el barril por encima de los 73 dólares, aunque se quebraban al cierre de la sesión. Aun así, los recortes semanales son significativos y alcanzan el 6,55%, que se duplican y más en el mes, con descensos para el brent del 13,8%. Ya en el trimestre recorta un 11% y en lo que va de año, el petróleo cede casi un 15%.
De hecho, el Brent ha registrado su menor nivel, en los 72,33 dólares su cierre de menor cuantía desde diciembre de 2021, aunque llegó a tocar, el pasado miércoles un mínimo en los 71,70, su cuantía más baja desde el pasado 20 de marzo.
Desde Morgan Stanley han vuelto a rebajar las previsiones de crecimiento del precio del crudo, que pasan ya por los 75 dólares para fin de año ya que consideran que "El riesgo a la baja para el suministro de Rusia y el riesgo al alza para la demanda de China se han desarrollado en gran medida y las perspectivas de restricción del segundo semestre se han debilitado".
Entre los factores que podrían revertir las caídas, el Fondo Monetario Internacional pone el foco en la reapertura de la economía china, a pesar de sus datos, que será fundamental como principal consumidor mundial de energía. Pero en su debe se encuentra la posibilidad de que se vea mermada por una inflación que persiste y por la volatilidad que sigue imperando en los mercados mundiales, provocada por los problemas del sector bancario, donde confluyen las caídas globales del crudo con el West Texas a la baja y en especial, el Brent en sus horas más bajas del año.
Desde Oanda señalan que los inversores siguen muy nerviosos por las perspectivas económicas globales, pero particularmente por las de Estados Unidos. Y es sin duda, consideran, un revés para la OPEP+ que podría plantearse una reunión extraordinaria para ver cómo se desarrolla la situación tras el escaso efecto de los recortes en el precio. De momento el cártel de productores tiene previsto celebrar su próxima reunión el 4 de junio.
Y desde ING consideran que el nivel de los 70 dólares debería marcar un apoyo al mercado, desde el punto de vista técnico, pero romper a la baja esa barrera, significaría una nueva preocupación para la OPEP+ que podría plantearse nuevos recortes adicionales a los anunciados hasta ahora.