Ahora el foco de tensión es el enquistamiento de la crisis entre Ucrania y Rusia, factor que provocó el viernes una clara huida de riesgo por parte de los inversores, que deshicieron posiciones en renta variable y optaron por la compra de bonos del tesoro, lo que conllevó un fuerte descenso de sus rentabilidades, algo incoherente en un escenario de alta inflación y bancos centrales de retirada. Al cierre, el DOW JONES Ind Average cerró con una penalización del -1,4%, hasta los 34.738 puntos; el S&P 500 se dejó un -1,90%, hasta los 4.418 enteros - mientras que el Russell 2000 se deja un -0,89%, hasta los 2032 puntos. El NASDAQ 100 cerró en los 14.253 puntos.
En la jornada asiática también se ha cerrado con fuertes caídas. El Nikkei cede un 2,23% en los 27.079,59 puntos, el compuesto de Shanghai se deja un 0,98% en los 3.428,88 puntos, el SZSE Component cede un 1,27% hasta los 13.057,78 y el Hang Seng resta un 1,30% en los 24.578,00 puntos. El Kospi de Seúl se deja un 1,57% hasta los 2.704,48 puntos.
En el mercado de deuda pública, la rentabilidad del T-Note cae ligeramente, hasta el 1,95%, el Bund ofrece un yield del 0,28% mientras que el bono a diez años de España e Italia ofrece un rendimiento del 1,12% y del 1,79%, respectivamente.
Desde el pasado viernes el Gobierno estadounidense ha intensificado sus advertencias sobre una potencial inmediata invasión de Ucrania por parte de Rusia, lo que ha llevado a muchos gobiernos occidentales a retirar a sus delegaciones diplomáticas de Kiev (capital de Ucrania). También lo ha hecho parcialmente el gobierno de Rusia. No obstante, desde Link Securities, siguen pensando que una posible solución diplomática es aún factible, aunque cada vez queda menos tiempo, ya que Rusia, si realmente tiene intención de intervenir directamente en Ucrania, deberá hacerlo en invierno para aprovechar al máximo su “ventaja competitiva” con relación la Unión Europea (UE), que no es otra que la imperiosa necesidad que tiene la región del gas natural procedente de Rusia.
Una potencial intervención de Rusia en Ucrania tendría muchas otras derivadas, ya que, como consecuencia de las sanciones con las que está amenazando EEUU al país se podrían interrumpir, al menos de forma significativa, las exportaciones de crudo procedentes desde Rusia, lo que encarecería aún más el precio de esta materia prima -ya hay analistas que lo sitúan en un escenario bélico en los 120 dólares por barril-, aportando “más leña al fuego” de la inflación y poniendo en serio riesgo la recuperación económica mundial. A estas horas, los Futuros del petróleo West Texas avanza un 1,37%, hasta los 94,36 dólares mientras que el barril de Brent se anota un 1,26%, hasta los 95,63 dólares.
La Agencia Internacional de la Energía (AIE) advierte de que una escasez de suministro por parte de la OPEP+ podría hacer subir los precios, dados los niveles de inventarios, 2.680 billones de dólares de barriles, mínimos de los últimos 7 años. La responsable de la división de mercados petrolíferos de la AIE, Toril Bosoni, afirmó que la OPEP+ tiene la flexibilidad necesaria para adaptar los aumentos de producción según sea necesario
A la espera de conocer el miércoles las Actas de la FED que permitirán conocer el ritmo de subidas de tipos de interés y los planes para comenzar a reducir el balance del organismo.
Mientras que en Europa, Christine Lagarde cree que “si actuáramos con demasiada rapidez ahora, la recuperación de nuestras economías podría ser considerablemente más débil y los puestos de trabajo estarían en peligro. Eso no ayudaría a nadie. Actuaremos si es necesario. Pero todos nuestros movimientos tendrán que ser graduales. La economía de EE.UU. está sobrecalentada, mientras que nuestra economía está lejos de eso. Es por eso que podemos, y debemos, proceder con más cautela. No queremos ahogar la recuperación”.
Por su parte, el Banco de Inglaterra ha asegurado que no tiene pensado vender bonos del QE hasta que los tipos alcancen el 1%, pero habría comenzado ya conversaciones preliminares con el Tesoro británico para cuando llegue ese momento, según fuentes del mercado.
A nivel macro, el lunes empieza con la publicación en la zona euro de la producción industrial de diciembre. Además el Bundesbank emitirá su informe mensual y Francia subastará deuda. En Estados Unidos no habrá referencias macroeconómicas de relevancia. Por el lado empresarial, la siguiente firma del Ibex 35 en presentar cuentas será Repsol, el próximo jueves día 17 de febrero.
En Europa, el fabricante alemán BMW adquirió un 25% adicional en la joint venture china que mantiene con la firma local Brilliance, denominada BMW Brilliance Automotive (BBA), por lo que elevó su participación en la firma al 75%. Como resultado del aumento de la participación, BMW espera un impacto positivo único sobre el resultado financiero de su división de Automoción de entre 7.000 y 8.000 millones de euros.
Ayzta ha anunciado la compra de los activos de bakery en Malasia de su colaborador De-Luxe Food Services, cerrando su planta actual en el país. No hay reestructuración ni impairments y además confirma que están en camino de lograr sus objetivos. Los analistas de Divacons Alphavalue opinan que no habrá profit warning en su presentación de resultados el próximo 14 de marzo.
El tráfico en el aeropuerto londinense de Gatwick se está recuperando rápidamente tras la relajación de las medidas anti-COVID19. Vinci reabrió la South Terminal después de dos años, lo cual supone muy buenas noticias para el grupo pues su segmento de Aeropuertos era el único por despegar.
En el mercado de divisas, el EUR/USD cede ligeramente, hasta los 1,1345 dólares mientras que el Bitcoin cede un 0,49%, hasta los 42.224,6 dólares.