Según el Informe de Gestión de Activos y Patrimonios 2024 de PwC, este mercado alcanzará los 317.000 millones de dólares para 2028, un crecimiento exponencial que demuestra la creciente confianza de los inversores institucionales y minoristas en esta innovación. Pero, ¿qué está impulsando este auge y cómo podemos entender sus implicaciones?
¿Qué es la tokenización de inversiones?
La tokenización consiste en dividir la propiedad de un activo en partes digitales (tokens) que pueden comprarse, venderse y negociarse en plataformas blockchain. Esto permite fraccionar inversiones que antes requerían grandes capitales, como un edificio comercial o una obra de arte valiosa, haciendo los mercados más accesibles.
Cada token representa una participación proporcional en el activo subyacente, con contratos inteligentes que automatizan pagos de dividendos, derechos de voto y otras condiciones. La transparencia e inmutabilidad de la blockchain añaden seguridad y eficiencia a estos procesos.
Tipos de activos que se están tokenizando
Desde bienes raíces hasta materias primas, casi cualquier activo con valor puede tokenizarse. Los más populares incluyen:
Propiedades inmobiliarias: Edificios residenciales y comerciales divididos en tokens.
Arte y coleccionables: Obras de arte o artículos de lujo compartidos entre múltiples dueños.
Fondos de inversión: Participaciones en fondos tradicionales convertidas en tokens.
Deuda privada: Bonos y préstamos tokenizados para mayor liquidez.
¿Por qué está creciendo tanto este mercado?
La tokenización resuelve varios problemas tradicionales de los mercados de inversión. Para empezar, reduce las barreras de entrada: en lugar de necesitar millones para comprar un edificio, puedes adquirir tokens por una fracción del valor total. Además, aumenta la liquidez, ya que los tokens pueden negociarse en mercados secundarios las 24/7, algo imposible con activos físicos.
Otra ventaja es la transparencia reforzada. Cada transacción queda registrada en la blockchain, eliminando intermediarios y reduciendo el riesgo de fraudes. Esto atrae tanto a pequeños inversores como a grandes fondos institucionales.
Países como Suiza, Singapur y Estados Unidos están desarrollando marcos legales claros para la tokenización, lo que reduce la incertidumbre jurídica y fomenta la adopción. Al mismo tiempo, avances en blockchain, como las soluciones de escalabilidad de Ethereum y la interoperabilidad entre cadenas, están haciendo que el proceso sea más rápido y con menor coste operativo.
Regulación fragmentada y adopción desigual
Aunque el potencial es enorme, la falta de estandarización global en regulaciones sigue siendo un obstáculo. Cada país tiene normas diferentes sobre cómo se deben emitir y negociar estos tokens, lo que puede complicar las inversiones transfronterizas.
Además, la adopción aún es desigual. Mientras algunas industrias, como el inmobiliario, están avanzando rápido, otras siguen siendo cautelosas por desconocimiento tecnológico o resistencia al cambio.
A pesar de las ventajas de la blockchain, los riesgos de ciberataques y fallos en contratos inteligentes persisten. También hay que considerar la volatilidad: aunque el activo subyacente sea estable (como un inmueble), el valor del token puede fluctuar según la oferta y demanda en plataformas de trading.
Empresas como RealT (bienes raíces tokenizados en EE.UU.) y Artory (arte digitalizado) están demostrando el potencial de este modelo. Incluso bancos tradicionales, como UBS, están explorando la emisión de bonos tokenizados para agilizar procesos y reducir costes.
Los expertos predicen que, para 2030, la tokenización será estándar en múltiples sectores, desde fondos de pensiones hasta commodities.
A medida que mejora la tecnología y se unifican regulaciones, veremos más plataformas integradas que permitan a cualquier persona invertir en activos antes reservados para élites.