Volkswagen fue el primero en dar la voz de alarma. La automovilística Alemana ya no vende coches, no es rentable, tiene que cerrar fábricas en Europa y despedir a miles de trabajadores. Lo mismo que Stellantis; mismos problemas y mismas soluciones: cerrar y echar a miles de trabajadores.

La excesiva regulación europea y apuesta por el coche eléctrico ha destruido el valor que ofrece el sector en Europa, tanto a nivel económico cómo bursátil. Ahora los consumidores no saben que comprarse, y, si es un eléctrico, el que los hace baratos y con tecnología buena es o China o Tesla.

No hemos permitido a los fabricantes de coches de combustión poder integrar combustibles sintéticos o biocombustibles. Una apuesta con una buena intención, pero mal ejecutada en los tiempos, ha sido el desencadenante de que ahora Europa este perdiendo una de sus industrias clave.

Vean cómo está Volkswagen en nuestros indicadores premium, claramente muy débil y con tendencia bajista a medio y largo plazo. Los inversores nunca deberían estar en estos valores que no están fuertes.

La industria europea se está quedando muy rezagada a nivel de productividad y competitividad con respecto a China y EEUU. Eso es muy malo para la economía, para la paz social y para los inversores.

Hemos enseñado a los chinos a hacer coches baratos y ahora ellos tienen la tecnología necesaria para fabricarlos, mientras que Europa no puede acceder ni a las materias primas necesarias para ese cambio tecnológico, por la normativa medioambiental tan estricta que tenemos.

La caída de las industrias tradicionales por falta de innovación y excesiva regulación se agrava cuando los países encima están sobrendeudados. El mayor riesgo del mercado es la deuda que tienen los principales países, con Francia a la cabeza; de hecho, las rentabilidades de los bonos a 10 años están subiendo porque a los países cada vez les cuesta más vender su deuda.  

El mix de baja productividad, pocas materias primas, energía cara y países endeudados no es el mejor cocktail para una buena fiesta.

Desde luego, desde el punto de vista inversor, estos necesitan fijarse en sectores fuertes en bolsa y alejarse de los sectores débiles como son el motor europeo.

Fíjense en los sectores fuertes en Europa según nuestros indicadores premium en estos momentos. En Europa hay un sector fuerte, frente a los 16 sectores fuertes que hay en EEUU. Y es el de viajes y ocio.

Si decidiésemos invertir, lo haríamos desde luego en estos sectores fuertes o muy fuertes, nunca en los débiles cómo es el sector motor.

Fijense que, por ejemplo, dentro de los sectores fuertes europeos, tenemos al sector bancario, en el que las entidades financieras españolas están entre las más fuertes.


 

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