El escenario del cambio climático , que se anticipaba para finales de siglo, podría adelantarse según revela un reciente estudio publicado en la revista Communications Earth & Environment. Este informe, más que una predicción climática convencional, plantea una perspectiva financiera interesante al vincular eventos extremos con posibles impactos en los mercados.
El estudio destaca que existe una probabilidad superior al 10% de que dos años consecutivos de calor extremo y megasequías de cinco años se vuelvan comunes entre 2050 y 2075 en el continente europeo. Los autores resaltan la influencia del Atlántico Norte en el clima europeo, señalando que la región es "potencialmente propensa" a eventos meteorológicos extremos consecutivos.
Si miramos a nivel mundial el estrés hídrico en el mundo, vemos que tanto Europa como EEUU, va a tener problemas de agua en el presente y se agravarán en el futuro. Pero es que la parte del Sahel en África, será una zona de muchísimo estrés hídrico que generará problemas en la agricultura local, hambrunas y migraciones masivas.
Desde una perspectiva de inversión, esta inusual predicción climática podría tener implicaciones significativas. La incertidumbre sobre cómo el calentamiento global aumenta la probabilidad de estos eventos abre espacio para la especulación en mercados relacionados con la agricultura, recursos hídricos y energía.
El informe destaca que, incluso con un calentamiento moderado, los niveles de calor y sequía previstos para finales de siglo podrían alcanzar una probabilidad del 10% en la década de 2030. Esto sugiere que los inversores podrían beneficiarse al considerar activos relacionados con la adaptación al cambio climático, como tecnologías de gestión del agua y energías renovables.
La mención de "décadas enteras de estrés térmico" a partir de 2040 plantea la posibilidad de oportunidades de inversión a largo plazo en sectores que podrían prosperar en un entorno climático desafiante. Además, la aceleración potencial del proceso si las aguas del Atlántico Norte se calientan abre la puerta a estrategias de inversión que consideren la variabilidad climática.
En términos más amplios, la investigación sugiere que, en el ámbito financiero, la adaptación y la anticipación de los impactos del cambio climático podrían ser claves. Los inversores conscientes del riesgo climático podrían diversificar sus carteras para incluir activos resilientes al clima, mitigando posibles pérdidas en sectores vulnerables.
En este sentido, el fondo Allianz Global Water se acopla perfectamente cómo idea de inversión para buscar invertir a largo plazo en empresas que se dedican a gestionar recursos hídricos o la mejora de instalaciones y suministros de agua.
Con este fondo los inversores deben buscar posicionamiento a largo plazo, diversificación de activos a nivel geográfico y es uno de los sectores que tiene el mercado de la sostenibilidad cómo viento de cola.
Principales posiciones del fondo son compañías dedicadas a la gestión global de agua a nivel mundial y con perspectivas de permanencia en dichas compañías, podemos ver que el fondo tiene posiciones desde 2018.
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