Gana Trump, ¿pierde la UE?: cronología de un pasado de conflictos y aranceles, ¿qué ocurrirá ahora?

El impacto en las economías europeas

De confirmarse el 10% propuesto por Trump, el crecimiento europeo se vería mermado y haría intensificar la divergencia de la política monetaria, por lo que acabaría afectando a sectores clave que dependen del comercio, como el automotriz y el químico. Se sucederían conflictos comerciales prolongados, que derivarían en que el Banco Central Europeo (BCE) tuviese que adoptar recortes agresivos a las tasas, mitigando así el impacto.

La UE exportó 502.300 millones de euros en bienes a EEUU en 2023, una quinta parte de todas las exportaciones no europeas. En concreto, el valor de maquinaria y vehículos fue de 207.600 millones de euros, seguido de productos químicos (137.400 millones de euros) y de otros productos manufacturados (103.700 millones de euros), lo que representan casi el 90% de las exportaciones trasatlánticas del bloque europeo.

La UE es un exportador neto de mercancías, con un saldo positivo de unos 158.000 millones de euros en 2023. Las economías que más se benefician del mercado estadounidense son las de Alemania, Italia e Irlanda. Sin ir más lejos, en Alemania las exportaciones representaron 157.700 millones, en Italia 67.300 millones y en Irlanda unos 51.600 millones de euros.

Si que es cierto que China ha sido puntualmente el principal socio de bienes de la UE, pero EEUU sigue siendo el mayor socio comercial global de Europa, incluyendo servicios e inversiones. 

Los aranceles del 10% llegan en un momento crítico y de máxima tensión económica para Europa. Las exportaciones de automóviles podrían experimentar una caída de la demanda, debido al aumento de los precios. Una situación que estancaría el sector y que pondría en peligro al empleo.

También se enfrentan a una pérdida de competitividad. Hay que matizar que, debido a un aumento de los costes finales y a la ralentización de la producción y los recortes de empleo, los consumidores estadounidenses podrían recurrir a otros mercados. No hay que olvidar que la producción manufacturera del bloque europeo se ha reducido considerablemente en los últimos dos años.

Consecuencias económicas directas

De verse mermado el crecimiento económico europeo ante los aranceles de Trump, el Banco Central Europeo podría verse obligado a reducir los tipos prácticamente a cero en 2025. Por el contrario, la Reserva Federal de EEUU (Fed) podría seguir subiendo los tipos, provocando una importante divergencia en materia de política monetaria nunca antes vista desde la creación del euro.

El euro se podría ver debilitado, lo que aumentaría los costes de importación. Un aumento de aranceles repercutiría en la reducción del PIB en las principales economías europeas: un 0,5% en Alemania, un 0,3% en Francia, un 0,4% en Italia o un 0,2% en España, entre otros datos. Podría sucederse una recesión económica sin límites.

Por el contrario, el dólar se fortalecería. El comercio de servicios de la UE con EEUU se encuentra muy vulnerable. Solo hay que ver que la UE registró un déficit de 104.000 millones de euros en 2023, aumentando esta brecha desde 2021. Así pues, sectores como las finanzas, el turismo y los servicios profesionales se verían especialmente afectados.
Además, con casi el 25% de las ventas del STOXX 600 provenientes de Estados Unidos, Europa también sería vulnerable. Los sectores de consumo y tecnología estarían entre los más vulnerables en nuestra opinión".

¿De dónde venimos?

A finales de 2018, con Trump en el poder, la UE vio cómo Trump imponía aranceles del 25% y del 10% a las importaciones de acero y aluminio, alegando a una cuestión de seguridad nacional. La UE lo calificó como una intervención flagrante e injusta. Esta tensión se saldó con una tregua transatlántica que expirará el próximo 21 de marzo de 2025.

Durante su mandato, Joe Biden ha mantenido gran parte de los aranceles dictados por Trump, como los que afectan a la aceituna negra española, si bien ha suspendido otros que afectan a los productos europeos.

Entre 2018 y 2019, las empresas con una alta exposición a los aranceles estadounidenses redujeron la inversión en hasta dos puntos porcentuales. No es de extrañar que ahora se optase por la misma estrategia de defensa. 

El futuro es francamente incierto, pero los analistas de Goldman Sachs proyectan que una pérdida del 1% del PIB se traduce en un impacto en las ganancias por acción (EPS) de las empresas europeas de entre 6 y 7 puntos porcentuales, lo que sería suficiente para borrar el crecimiento esperado de las EPS para 2025.