Focos de la inversión en 2025: oro, defensa, small caps europeas y renta fija 

Pese a la incertidumbre generada por las políticas de Trump y la respuesta de China, la mayor demanda podría favorecer el precio de los metales, sobre todo en la segunda mitad de 2025. Las compras de los bancos centrales, la mayor demanda en Asia, la elevada deuda pública mundial, los bajos tipos de interés reales y la inestabilidad política, favorecen al oro en 2025.  La mayor demanda por la transición energética, las limitaciones a la producción, y su carácter de activo refugio, favorecen a la plata este año. El platino podría superar los 1.000 dólares/onza por la mayor demanda en sectores no automovilísticos y joyería y la menor producción, y el paladio podría subir muy poco, cerca de 1.000 dólares onza por la menor producción y la menor demanda de vehículos de combustión interna. Vea: 2025 será un gran año para el oro, plata y platino.

Además, el oro es sinónimo de lo mejor. Basta imaginar una medalla de oro de los Juegos Olímpicos o la frase "como oro en paño". Esta reputación de excelencia se extiende a su rendimiento en el mercado, como demuestra su trayectoria estelar en los últimos años. En 2024, fue el metal con mejor rendimiento, superando a todos los demás metales preciosos y básicos con una notable subida del 27 %. En lo que va de 2025, el oro también ha tenido un fuerte desempeño. Ver: Perspectivas del oro hasta el cuarto trimestre de 2025: como oro en paño.

Y lo ha hecho al calor de la incertidumbre que sigue presente este año, como las turbulencias políticas en Europa, las decisiones de los bancos centrales o las amenazas de Trump con la imposición de aranceles. Esta semana además, se ha conocido que el mandatario del gobierno de Estados Unidos  estaría elaborando un plan de paz entre Rusia y Ucrania para presentarlo  en la conferencia de Seguridad de Múnich. Unos acontecimientos que tienen especialmente en vilo a los valores del sector europeo de defensa que han sufrido en los últimos días un duro castigo bursátil. Pero ojo, los analistas advierten de que puede suponer una ventana de oportunidad para entrar en estos valores, que vienen de un último año espectacular.

Aunque es imposible no echarle un ojo a la tecnología cuando se habla de “subidas espectaculares”.  “A la hora de invertir en la Siete Magníficas, nuestra postura es más de analizar cada compañía individualmente, ya que existe existe una gran disparidad en nuestras valoraciones. En el caso de Alphabet (Google), sus resultados han decepcionado un poco en cuanto al crecimiento del sector cloud, pero nosotros hemos revisado al alza nuestra estimación del fair value, pasando de 220 a 237 dólares. Dentro de las Siete Magnífica, Google (Alphabet) es, en términos de valoración, la que más nos gusta, ya que tiene un price to fair value de 0,80-0,81, lo que implica una infravaloración de casi un 20%”, dice Fernando Luque, editor en Morningstar.  Te interesa: Siete Magníficas: ¿en cuál es mejor invertir? "Tres están caras, tres baratas y una a precios razonables"

  

No te pierdas la entrevista con Mariano Arenillas (DWS): “Si un ahorrador quiere tener buena experiencia en renta variable tiene que hacerlo en activos estables. Y ahí están las compañías de dividendos”

En Europa, Francisco Rodríguez D´Achille, de Lonvia Capital cree firmemente que estamos dejando atrás un ciclo negativo para la categoría en términos de flujos y en términos de posicionamiento de los inversores, porque en términos de calidad nuestra cartera ha sido muy resiliente, tanto en generación de márgenes como en crecimientos de BPAs. Este ciclo de flujos está terminando y creemos que tenemos una ventana de oportunidad por delante para que el inversor que quiera seguir diversificando en una categoría que históricamente tiene un binomio rentabilidad riesgo mucho mejor que grandes capitalizaciones. Y siempre enfocados en calidad, crecimiento e innovación.

Por ideas de inversión, las valoraciones actuales del mercado asiático y chino se encuentran en niveles atractivos, lo que representa una oportunidad para los inversores. El fondo GAM Asia y China ofrece una exposición estratégica a los mercados asiáticos y chinos, aprovechando el crecimiento estructural de la región y las oportunidades en sectores clave como tecnología, consumo y manufactura avanzada.  Este fondo busca capitalizar el desarrollo económico de la región, con especial enfoque en la modernización industrial, el crecimiento del consumo interno y la transición hacia sectores de mayor valor añadido.

Y, por tipo de activos, el crecimiento del mercado de ETFs en Europa ha sido muy bueno. Con un aumento cercano al 18% su tamaño se duplica cada cuatro o cinco años. Además, el 2024 fue un año récord de entradas, con entradas netas de 260.000 millones de euros en el continente Europeo. En este 2025 su peso en las carteras seguirá siendo ascendente y de ello y cómo aprovecharlo nos habla Pedro Santuy, director de ventas de ETF e indexados de BNP Paribas Asset Management. Vea: Boom de los ETFs en Europa: crecen un 18% anual y duplican su tamaño cada 4 años.

Las estimaciones de BNP Paribas AM para 2025 son claras. Se espera que la renta variable siga siendo el vehículo estrella en los ETFs, representando entre el 70% y el 80% de los flujos. Además, Pedro Santuy destaca la renta variable norteamericana como vehículo estrella e idea de inversión y cree que “continuará atrayendo a muchos inversores, impulsada por dos años consecutivos de rendimientos superiores al 20% tras un difícil 2022”. Y también apunta al papel relevante de la renta fija para el crecimiento del mercado.

En la parte de renta fija se ha impuesto una moda. A veces las modas son puro postureo, otras veces no. En el caso de los fondos a vencimiento vemos un ejemplo perfecto de la situación actual con la renta fija. Un inversor quiere cerrarse una rentabilidad sabiendo que, con las bajadas de tipos, la reinversión en cortos plazos cada vez es menos atractiva.

¿Quieres cerrarte una rentabilidad objetivo a 2030 de un 4,95%? Pues tu fondo es el EdR SICAV Millesima 2030. Tienen otros vencimientos, como 2026, o 2028. Por ejemplo, el 2030 tiene un cupón medio de 5,4%; una duración de 2,8 años, una yield bruta del 4,95%... Y no eliminas la volatilidad, pero sabes que van a vencimiento. Son todo ventajas. Si miramos vencimientos a 2026 o 2028 nos encontramos cosas similares. Es como el sueño de cualquier inversor de renta fija.