En un movimiento significativo, los gobiernos de Estados Unidos y China han acordado iniciar conversaciones oficiales en las próximas semanas para abordar los riesgos y preocupaciones relacionados con la inteligencia artificial (IA). El secretario de Estado, Anthony Blinken, ha anunciado esta noticia durante su visita al país asiático, resaltando la importancia de compartir puntos de vista sobre la IA avanzada y cómo gestionar sus implicaciones en términos de seguridad.
Desde el año pasado, Washington ha adoptado una postura más firme en cuanto a la exportación de componentes y tecnologías hacia China, con el objetivo de limitar el acceso del gigante asiático a microchips esenciales para el desarrollo de la inteligencia artificial. Blinken ha aclarado que estas medidas no buscan frenar el progreso de China ni desconectar ambas economías, sino garantizar condiciones equitativas para los trabajadores estadounidenses.
El funcionario estadounidense ha expresado su preocupación por la sobreproducción china, que ha llevado a la saturación de mercados y ha generado desafíos para la competencia internacional, afectando empleos y empresas en todo el mundo. Ante esto, se enfatizó que el presidente Biden está comprometido a evitar que esta situación dañe la economía estadounidense durante su mandato.
Por su parte, Pekín ha confirmado la voluntad de ambas partes de mantener intercambios de alto nivel en todos los ámbitos, incluyendo la organización de la primera reunión del Diálogo Intergubernamental China-Estados Unidos sobre Inteligencia Artificial. Esta acción conjunta busca sentar las bases para futuras conversaciones y acuerdos en el campo de la IA entre las dos potencias mundiales.