El Oro no vive, a pesar de las subidas que está experimentando, sus mejores niveles del ejercicio, que alcanzara el pasado mes de abril, el día 13, con niveles que llegaron a los 2.055 dólares. De hecho, en lo que va de año, apenas se revaloriza un 2,10%.
Pero sólo este lunes, el incremento alcanzaba el 1,6% su mayor subida en un día en 5 meses y que se prolongaba de nuevo el martes. La crisis acontecida en Oriente Medio, tras el ataque de Hamas sobre Israel sembraba las alarmas y, a pesar de la recuperación ayer mismo en los mercados financieros, lo cierto es que el oro seguía ganando posiciones, también en ese caso, gracias, sobre todo, a la caída del dólar en los mercados internacionales de divisas.
La volatilidad es, sin duda, lo que no ha abandonado al mercado, por lo que el oro podría seguir brillando en las próximas semanas, a decir de los expertos, una vez que llegan los resultados empresariales, del todo inciertos y las dudas sobre los movimientos de la Fed en su reunión del próximo 1 de noviembre.
"Los acontecimientos de Oriente Próximo han servido de catalizador para que el oro repunte tras una situación de sobreventa", afirma Kyle Rodda, analista de mercados financieros de Capital.com, tal y como recoge Reuters.
Todo ello mientras destaca que “las rentabilidades de los activos siguen siendo muy positivos en general y eso es criptonita para el oro”.
Además, este incremento se produce en un claro movimiento descendente del oro en los mercados de commodities internacionales, en especial, por esos recortes en su precio que rozan el 4% en el último mes y que registran pérdidas del 3,23%
La gran pregunta es la progresión, ante los nuevos acontecimientos, que puede tener el oro. Y tenemos dos visiones muy distintas.
Desde UBS consideran que “ahora también vemos una perspectiva más limitada para el oro, con el metal terminando el año alrededor de 1.850 dólares desde los 1.950 dólares anteriores y subiendo a 1.950 dólares a finales de junio de 2024, por debajo de los 2.100 dólares anteriores”
Pero en el informe de la entidad suiza de esta semana destacan que “hemos subrayado que el oro sigue teniendo beneficios de diversificación en una cartera y, a menudo, obtiene mejores resultados en períodos de elevados riesgos geopolíticos. En nuestra opinión, quienes mantienen posiciones largas en oro deberían mantener estas posiciones en previsión de una recuperación durante los próximos 6 a 12 meses”.
Desde Deutsche Bank, en su último informe de perspectivas económicas destacan que “dada la fase avanzada de los ciclos de política monetaria, prevemos que los tipos oficiales permanezcan más altos durante más tiempo”.
Y añaden que “no obstante, el posicionamiento dadas las expectativas de rebajas de tipos para finales del horizonte previsto debería de impulsar el oro al alza. Asimismo, la posibilidad de una recesión, pese a que es más probable un aterrizaje suave, junto con la demanda de los bancos centrales de los países emergentes, deberían favorecer al oro en los próximos 12 meses”.
Así esperan ese repunte en el metal precioso que le lleve hasta los 2.150 dólares a un año vista, por lo que destacan que el oro seguirá brillando debido a la incertidumbre política y sobre los tipos de interés globales.
Por su parte desde Jupiter AM, el experto en metales preciosos Ned Naylor-Leyland destaca además la visión de los bancos centrales sobre el oro al que, en su opinión ven como “el dinero sin riesgo, pero los mercados financieros no lo consideran así en estos momentos, y algunos ven el oro como una apuesta más segura que el dólar o los bonos del Tesoro estadounidense”.
Y destaca que, aunque “el oro, registró un buen comportamiento en 2020 y 2022 y otra vez en mayo de 2023. Cotiza por debajo de 2.100 dólares la onza y, hasta que no supere el nivel de 2.200 dólares, los mercados no muestran interés. Además, ha alcanzado máximos históricos recientemente denominados en dólares australianos, libras esterlinas, yenes, yuanes y rupias”.
Afirma que “por ahora, la relación entre el dólar y el oro se mantiene intacta, pero durante los últimos 50 años se ha librado una especie de guerra entre ellos por el estatus ‘sin riesgo’. Una ruptura al alza del precio del oro en dólares lo cambiaría.”