Y es que, en las últimas dos décadas, el mercado de la vivienda en Estados Unidos ha experimentado un crecimiento constante en los precios, impulsado por la demanda, la falta de oferta y las bajas tasas de interés durante la última década.
Según datos de la Asociación Nacional de Realtors (NAR), el precio medio de una vivienda en Estados Unidos superó los 400.000 dólares en 2023, un aumento significativo en comparación con los niveles previos a la pandemia.
Este crecimiento ha superado con creces el ritmo de los salarios. Según el Pew Research Center, los ingresos reales de los jóvenes trabajadores han crecido solo un 4% desde 2000, mientras que los precios de las viviendas han aumentado en más del 60% en el mismo período. Esto crea un abismo financiero que dificulta a los jóvenes ahorrar para un pago inicial o calificar para una hipoteca.
Los millennials y la generación Z: los más afectados
Los millennials (aquellos jóvenes nacidos entre 1981 y 1996) y la generación Z (nacidos a partir de 1997) son los grupos más afectados por esta crisis. Muchas de estas personas enfrentan en EEUU una combinación de deudas estudiantiles significativas, salarios estancados y altos costes de vida, lo que les dificulta ahorrar lo suficiente para una vivienda.
Un informe de Zillow revela que, en promedio, un millennial necesita más de 13 años para ahorrar un pago inicial del 20% para una vivienda en el mercado actual, en comparación con los 8 años que necesitaba una persona de la generación de los baby boomers en los años 1980. Para muchos, esto significa retrasar la compra de una vivienda o depender de sus padres para obtener apoyo financiero.
El impacto del alquiler en la economía de los jóvenes
Si alquilar un piso en España es casi imposible, el coste del alquiler también ha aumentado significativamente en EEUU. En 2023, el alquiler medio en Estados Unidos alcanzó un récord de 1.900 dólares al mes, según Rent.com. En ciudades como Nueva York, San Francisco y Los Ángeles, los alquileres son aún más altos, a menudo superando los 3.000 dólares mensuales.
Para muchos jóvenes, esto significa que una gran parte de sus ingresos se destina al alquiler, dejando poco margen para ahorrar o invertir en otros aspectos de su futuro. Esta situación también ha llevado al fenómeno del "house hacking", donde las personas comparten viviendas con varios compañeros de piso para dividir los costes, sacrificando la privacidad y el espacio personal.
Falta de oferta y políticas inadecuadas
Una de las razones principales detrás de la crisis de la vivienda en Estados Unidos es la falta de oferta, sí también de nuevo como en España. Después de la crisis financiera de 2008, la construcción de nuevas viviendas disminuyó drásticamente, y el sector no se ha recuperado por completo. En 2023, el déficit de viviendas disponibles alcanzó los 6,5 millones, según la consultora Up for Growth.
Además, las restricciones de zonificación y la oposición a proyectos de densidad habitacional en muchas áreas metropolitanas han limitado la capacidad de los desarrolladores para construir viviendas asequibles. Esto crea un círculo vicioso donde la demanda supera constantemente la oferta, elevando aún más los precios.
¿También está ocurriendo lo mismo en otras partes del mundo?
Aunque Estados Unidos enfrenta una grave crisis de vivienda, otros países desarrollados también están lidiando con problemas similares. En España, por ejemplo, los jóvenes enfrentan dificultades similares para acceder a la vivienda debido al aumento de los precios y los bajos salarios. Sin embargo, la tasa de propiedad de vivienda en España sigue siendo más alta que en Estados Unidos, con el 75% de la población viviendo en viviendas propias, en comparación con el 65% en EE. UU.
En Alemania, por otro lado, el alquiler es mucho más común, y el gobierno ofrece un fuerte apoyo a los inquilinos a través de leyes de control de alquileres y subsidios. Esto contrasta con Estados Unidos, donde los controles de alquiler son escasos y las políticas de protección al inquilino son inconsistentes.
La crisis de la vivienda en Estados Unidos refleja una combinación de factores económicos, políticos y sociales que afectan especialmente a los jóvenes. Mientras que el alto coste de la vivienda y el alquiler limitan las opciones para las generaciones más jóvenes, también representan una oportunidad para repensar y reestructurar las políticas de vivienda.
Políticas que, como en España, apenas llegan.