Estas dos cuestiones, aunque distintas, reflejan cómo Trump podría abodar las estrategias territoriales y económicas desde una perspectiva polémica y directa cuando vuelva a la Casa Blanca. ¿Será capaz?
Las explicamos en 10 claves.
1. Groenlandia, la compra más polémica
En 2019, Trump expresó su intención de comprar Groenlandia a Dinamarca, una propuesta que generó asombro e incluso burlas a nivel internacional. Según el expresidente, Groenlandia representaba un territorio estratégico tanto en términos de recursos naturales como de defensa militar. La isla es rica en minerales, petróleo y gas, además de ocupar un lugar clave en el Ártico, donde la influencia de Rusia y China está en aumento.
2. La importancia geopolítica de Groenlandia
El Ártico es una región de creciente interés estratégico debido al deshielo, que está abriendo nuevas rutas marítimas y facilitando el acceso a recursos naturales. Groenlandia es una puerta de entrada clave al Ártico, y para Estados Unidos, controlar ese territorio sería un movimiento estratégico para contrarrestar la influencia de sus rivales globales.
3. Reacción de Dinamarca y Groenlandia
La propuesta de Trump fue rechazada rotundamente por Dinamarca, cuya primera ministra la calificó de "absurda". Groenlandia, que goza de autonomía pero depende políticamente de Dinamarca, también rechazó la idea, argumentando que no estaba en venta. Esto generó tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Dinamarca, incluso llevando a Trump a cancelar una visita oficial.
4. Recursos naturales y economía en Groenlandia
Groenlandia es rica en minerales raros esenciales para la tecnología moderna, como las tierras raras. Además, posee depósitos de petróleo y gas aún sin explotar, algo que habría sido de gran interés para Trump, quien siempre priorizó el desarrollo de los combustibles fósiles frente a las energías renovables.
5. Bases militares en Groenlandia
Estados Unidos ya tiene una presencia militar en Groenlandia a través de la base aérea de Thule, establecida durante la Segunda Guerra Mundial. La adquisición de Groenlandia habría permitido a Trump reforzar esta presencia y consolidar la estrategia militar estadounidense en el Ártico.
6. El Canal de Panamá, punto de control comercial
El Canal de Panamá es una de las infraestructuras más importantes para el comercio marítimo mundial, conectando los océanos Atlántico y Pacífico. Aunque Panamá administra el canal desde 1999, Estados Unidos siempre ha mantenido un interés estratégico en la vía. Trump, conocido por su enfoque en las políticas comerciales, veía el canal como un elemento clave para asegurar los intereses estadounidenses en América Latina.
7. La preocupación por la influencia de China
El creciente interés de China en América Latina, especialmente en proyectos de infraestructura relacionados con el comercio, habría alertado a la administración Trump. China se ha involucrado en varios proyectos en Panamá, incluida la modernización del puerto de Colón, cercano al canal. Este contexto podría explicar por qué Trump reforzó la atención estadounidense en la región.
8. Infraestructura estratégica para el comercio global
Para Trump, mantener la influencia sobre el Canal de Panamá era una forma de asegurar el control sobre una de las rutas comerciales más transitadas del mundo. Alrededor del 6% del comercio marítimo global pasa por el canal, lo que lo convierte en un punto de interés económico y estratégico para cualquier potencia mundial.
9. Tensiones diplomáticas con Panamá
Aunque no hubo intentos de compra como en el caso de Groenlandia, la administración Trump mostró interés en mantener una relación cercana con Panamá para garantizar que el canal siguiera operando bajo parámetros que no perjudicaran los intereses estadounidenses. Esto incluyó diálogos sobre seguridad y comercio, pero también generó tensiones diplomáticas al cuestionar la creciente influencia de otros países en la región.
10. Una visión de poder global
El interés de Trump tanto en Groenlandia como en el Canal de Panamá refleja su enfoque pragmático y comercial en política exterior. Para él, estos territorios no solo representaban oportunidades económicas, sino también puntos estratégicos para reforzar la posición de Estados Unidos como líder global. Aunque ambas iniciativas generaron controversia, subrayan cómo Trump veía el mundo como un tablero de ajedrez donde Estados Unidos debía garantizar el control de las posiciones clave.
El interés de Donald Trump en Groenlandia y el Canal de Panamá muestra cómo las estrategias geopolíticas de su próxima administración podrían priorizar la influencia territorial y económica. La pregunta, ¿es una nueva provocación de Trump o llevará a cabo estas peligrosas acciones?
