El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo (BCE) ha seguido el guion previsto, con un recorte de los tipos de interés de referencia de 25 puntos básicos: la tasa de referencia para las operaciones principales de financiación baja al 4,25%, la facilidad de depósito al 3,75% y la de la facilidad marginal de préstamo, en el 4,50%, con efectos el 12 de junio.
Es el primer recorte que acomete el banco central desde que se inició el mandato de Christine Lagarde. Para encontrar otro ajuste a la baja hay que remontarse a 2019, cuando el entonces presidente Mario Draghi recortó en apenas 10 puntos básicos el tipo de la facilidad de depósito, mientras mantenía las otras referencias sin cambios.
La decisión ha sido “casi unánime”, si bien la presidenta del BCE, Christine Lagarde, no ha querido decir qué único miembro ha votado en contra del recorte durante la rueda de prensa. “Estábamos todos absolutamente unidos en el acuerdo de que nuestro camino dependería de los datos, que decidiríamos reunión por reunión, y no hubo absolutamente ningún desacuerdo en ese frente”, ha añadido.
En todo caso, el Consejo de Gobierno explica que, en base “a la evaluación actualizada de las perspectivas de inflación, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria, ahora resulta apropiado moderar el grado de restricción de la política monetaria después de nueve meses de mantener los tipos estables”. Desde la reunión del Consejo de Gobierno de septiembre de 2023, la inflación ha caído más de 2,5 puntos porcentuales y las perspectivas de inflación han mejorado “notablemente”, recuerda la institución que preside Christine Lagarde.
La inflación subyacente también ha disminuido, lo que refuerza “las señales de que las presiones sobre los precios se han debilitado y las expectativas de inflación han disminuido en todos los horizontes”.
La institución destaca, no obstante, que las presiones sobre los precios siguen siendo fuertes a medida que el crecimiento de los salarios es elevado, por lo que “es probable que la inflación se mantenga por encima del objetivo (2%) hasta bien entrado el próximo año”. Tal y como ha señalado Lagarde, “la inflación fluctuará alrededor de los niveles actuales durante el resto del año”.
De hecho, el staff del BCE ha elevado al alza las previsiones de inflación general y subyacente para 2024 y 2025 en comparación con las proyecciones de marzo. El personal ahora prevé que la inflación general se situará de media en el 2,5% en 2024, el 2,2% en 2025 y el 1,9% en 2026. Para la inflación subyacente, excluyendo energía y alimentos, el BCE proyecta una media del 2,8% en 2024, del 2,2% en 2025 y del 2,0% en 2026.
“Las decisiones de política monetaria y los datos no están perfectamente sincronizados”, ha reconocido la presidenta, que ha defendido la decisión del Consejo de Gobierno frente a la ayuda que suponen estas proyecciones. La economista francesa no ha querido entrar en si el BCE está en una fase de retroceso de los tipos, ya que “habrá baches en el camino” en el proceso de desinflación. “Necesitamos más datos para corroborar que la senda descendente de la inflación continúa”, ha insistido en varias ocasiones, por lo que no puede estar segura de cuándo se producirá el próximo movimiento del BCE.
Eso sí, el PIB también se revisa al alza: se espera que aumente hasta el 0,9% en 2024, el 1,4% en 2025 y el 1,6% en 2026.
Pese a ello, los riesgos para el crecimiento económico “están equilibrados en el corto plazo, pero siguen inclinados a la baja en el medio plazo”, cree Lagarde, que ha apuntado a que “una economía mundial más débil o una escalada de las tensiones comerciales entre las principales economías afectarían el crecimiento de la eurozona”. También la guerra de Ucrania y la tensión en Oriente Medio son “fuentes importantes de riesgo geopolítico”.
El Consejo de Gobierno recuerda en su comunicado que está decidido a garantizar que la inflación regrese oportunamente a su objetivo del 2%, por lo que mantendrá las tasas “suficientemente restrictivas durante el tiempo que sea necesario para lograr este objetivo”. En todo caso, seguirá aplicando “un enfoque dependiente de los datos y reunión por reunión para determinar el nivel apropiado y la duración de la restricción”.
En particular, sus decisiones sobre tipos de interés se basarán en su evaluación de las perspectivas de inflación a la luz de los datos económicos y financieros entrantes, la dinámica de la inflación subyacente y la fortaleza de la transmisión de la política monetaria. “El Consejo de Gobierno no se ha comprometido previamente a seguir una trayectoria determinada de tipos”, ha señalado la institución.
Compras del PEPP
El Consejo de Gobierno también ha confirmado hoy que reducirá las tenencias de valores del Eurosistema en el marco del programa de compras de emergencia pandémica (PEPP) en 7.500 millones de euros al mes de media durante la segunda mitad del año. Las modalidades de reducción de las tenencias de PEPP estarán en general en línea con las seguidas en el marco del programa de compra de activos (APP).