Es la primera ocasión en que el banco central de Japón realiza compras masivas de ETF durante dos jornadas consecutivas desde marzo de 2021, al reservar esta medida para momentos de inestabilidad financiera ante el riesgo de que cause distorsiones en el mercado.
El pasado lunes, el BoJ adquirió 70.100 millones de yenes (487 millones de euros), después de que en los días previos se conocieran las quiebras de Silicon Valley (SVB) y de Signature Bank, así como los planes de los reguladores financieros estadounidenses para proteger a los clientes.
El BoJ desembolsó otra cantidad idéntica el martes en fondos cotizados en el parqué tokiota, en una jornada en la que el indicador referencial, el Nikkei, cerró con una caída del 2,19 % por el temor al contagio en el sector bancario nipón tras la bancarrota de las entidades estadounidenses.
Tres de los mayores bancos japoneses, Mitsubishi UFJ, Mizuho y Sumitomo Mitsui Financial Group acumularon desplomes bursátiles de en torno al 10 % entre el lunes y el martes en el parqué tokiota por el temor a verse expuestas de forma indirecta al colapso de SVB.
El sector bancario nipón ha borrado parte de estas pérdidas este miércoles, y el índice Nikkei ha conseguido cerrar con un leve avance del 0,03 %, al disiparse los temores por la crisis bancaria y también por en parte por el efecto de las inyecciones del BoJ.