Desde 1921, la historia de los mercados nos dice que los periodos alcistas tienen una duración promedio de cinco años, con una rentabilidad acumulada del 200%. Y aquí estamos, en 2024, viviendo lo que algunos llamarían “el mercado alcista más temido”. Empezó en octubre de 2022, pero ¿realmente hay algo extraordinario en ello? Si echamos un vistazo a los datos, la respuesta es que no hay nada fuera de lo común. Ni en duración ni en rentabilidad. Pero claro, ¿quién deja que los datos estropeen una buena narrativa?, se pregunta Carlos Arenas, analista de fondos en Ei.
En EEUU, de cara al futuro, el partido republicano tiene la victoria completa tras tomar el control de la Casa Blanca, el Senado y la mayoría en la Cámara de Representantes. Los flujos de los mercados de futuros muestran que los inversores están comprando EE.UU. y Japón y vendiendo Europa y China. El camino más fácil es un amplio movimiento al alza de las bolsas a finales de año.
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El índice del USD subió un 3,1%, el primer avance en cuatro meses. Se espera que continúe la fortaleza del dólar, lo que, en general, es negativo para las materias primas y la energía. Las políticas en torno a los aranceles se vigilarán de cerca y el dólar será el instrumento más sensible como indicador indirecto de la política arancelaria, que es un riesgo clave para Europa y China. Te interesa: No hay que perder de vista los fundamentales.
Los expertos creen que el mercado está complicado. “No somos pesimistas, pero sí somos prudentes. Partimos de un momento en el que, lo que es en la parte renta fija, seguimos viendo, de momento, con cierto escepticismo la posibilidad de alargar duraciones de manera notable, porque seguimos pensando que en la parte larga la curva todavía hay riesgo. Es verdad que la inflación ha ido descendiendo en los últimos dos años y medio con fuerza, pero llevamos unos meses en los que se ha estancado claramente e incluso los últimos datos y después de la llegada de Trump este efecto podría magnificarse y muestran la posibilidad, no desdeñable, de que veamos un cierto repunte. Y nos parece todavía temprano para alargar duraciones, nos sentimos más cómodos en la parte en la parte corta y media de la curva”, dice Miguel Castells Mateo, Director de inversiones de Unigest (Sociedad gestora Grupo Unicaja).
Bancos, inmobiliarias y small caps, sectores con potencial
Dentro del segmento de renta fija, Felix Freund, director de crédito europeo de abrdn reconoce que hay sectores que le gustan como el “ inmobiliario, porque creemos que el entorno de tipos se convierte en un viento de cola para este sector y hay oportunidades de inversión muy interesantes. Esto debería continuar el año que viene. El segundo sector que nos gusta son los bancos, que siguen ofreciendo una prima de riesgo más elevada que los no bancarios y, de nuevo, encontramos oportunidades de selección de valores muy interesantes. Así, por ejemplo, en el último año hemos aumentado nuestra participación en bancos españoles porque vemos mayores niveles de rentabilidad, mayores márgenes de tipos de interés netos en el mercado bancario español en comparación con otros mercados europeos. Y encontramos muchas historias de mejora crediticia, como el Banco de Sabadell, CaixaBank o, en cierta medida, algunos bancos regionales españoles más pequeños. El tercer sector que nos gusta es el de los servicios públicos. Es un sector muy defensivo”.
Aunque si hay una recomendación que se repite a lo largo de todas las previsiones son las small caps. El universo de menor capitalización podría verse beneficiado de la política proteccionista de Trump y un escenario de mayor crecimiento económico. Si como inversores buscamos opciones para participar de este previsible crecimiento de compañías escalables, y lo queremos hacer de forma diversificada y con costes moderados, una buena opción es hacerlo a través de un ETF, o fondo cotizado. Analizamos el iShares MSCI EMU Small Cap UCITS ETF (ISIN: IE00B3VWMM18; Ticker Bloomberg: CSEMUS SW; Ticker del Xetra: SXRJ GY).
Se trata de un ETF de gestión pasiva, indexado, su índice de referencia es el MSCI EMU Small Cap Index, realiza una réplica física de su benchmark y con rebalanceo trimestral. Con un patrimonio actual de 834,53 millones de euros (a 22 de noviembre de 2024), su filosofía de inversión es, por tanto, replicar el MSCI EMU Small Cap Index, un índice compuesto por compañías de pequeña capitalización de países desarrollados de Europa que formen parte de la Unión Económica y Monetaria (UEM), con filosofía de dividendo de reinversión.