Ahora mismo las bolsas europeas se están agarrando a un clavo ardiendo “porque la incertidumbre sigue estando presente, el mercado de crédito descuenta una nueva vuelta a la volatilidad, que se podría trasladar de nuevo a las bolsas, además por las escasas referencias que tienen los compradores de activos en Europa”.

Sobre Grecia, es la eterna historia “que no termina de acabar. El problema es que se sigue dando vida y asistencia a un enfermo crónico intentando parchear la situación con más deuda. Todos los líderes han delegado en el BCE como el único asistente con capacidad para dar vida a los mercados – con una pequeña ventana de actividad condicionándolo a que sean los países los que pidan la ayuda- pero el tema griego no tiene ninguna solución sino que todo acabará con una posible salida del país. Parchear la situación con deuda, es una solución finita”.


En cuanto a las oportunidades, viendo que el incentivo de comprar algo es muy limitado, “lo importante es tener claro lo que están haciendo ahora mismo los gestores, que es preservar el capital. Durante un año están comprando deuda de más calidad pero con tipos de interés reales negativos con lo que es difícil seguir comprándola. “Cuando la bolsa no destina ningún movimiento a corto plazo y las únicas alternativas para inversores pequeños están en depósitos, me cuesta pensar dónde poner el dinero porque las alternativas son muy escasas”, reconoce este experto en Radio Intereconomia.