Año 2005. Además de fundarse Estrategias de inversión, se crea la plataforma de vídeo Youtube, ahora una aplicación que está incluida en cualquier dispositivo móvil y que cuenta con más de 200.000 millones de usuarios mensuales en todo el mundo. Este es solo un ejemplo de cómo pueden cambiar los hábitos sociales. Cambios, como todos, que conllevan una oportunidad de inversión. Los expertos coinciden en señalar la inversión temática y las megatendencias para intentar encontrar rentabilidades a largo plazo. Y más concretamente todas aquellas temáticas que tengan que ver con cambios demográficos y sociales, el medioambiente, la tecnología en todos sus ámbitos y, por supuesto, la salud. Todo ello teniendo en cuenta un contexto de tipos de interés bajos durante un periodo prolongado de tiempo.
“Es importante tener presente que las megatendencias y las inversiones temáticas son las más adecuadas para los inversores a largo plazo”, destaca Romain Hohl, gestor de Vontobel Thematic Investing. En la misma línea, Amparo Ruiz Campo, country head para España y Latam de DPAM, subraya que “el enfoque temático permite concentrar las inversiones en un segmento de mercado con un potencial muy atractivo. Este planteamiento, típicamente orientado al crecimiento, puede complementar y mejorar el rendimiento de las carteras convencionales”. Los fondos temáticos existen desde hace mucho tiempo, pero están experimentando un fuerte interés debido a la mayor demanda de los inversores, que están cambiando su tradicional apuesta geográfica o de estilo de inversión por una más global teniendo en cuenta tendencias del futuro. Sin embargo, según explica María García, directora de ventas de Edmond de Rothschild AM en España hay que tener claro que, por muy poderosos que sean estos temas, la rentabilidad de las inversiones temáticas puede verse influida por otras variables, como un entorno económico más amplio y los altibajos de determinados estilos de inversión en los mercados. Además, “hemos de tener en cuenta que los fondos de renta variable llevan aparejados riesgos que no son compatibles con todos los perfiles de inversión”, especifica David Docherty, responsable de inversión temática de Schroders. Quizá una de las clave esté en invertir en temáticas expuestas a más de una megatendencia. Así lo explica Hohl, quien lo ejemplifica con la energía removable, que une la sostenibilidad y la tecnología.
La crisis del coronavirus ha demostrado el importante rol que la tecnología juega en nuestras vidas y en nuestras economías. La rápida adopción de soluciones tecnológicas ha propulsado un mundo cada vez más digitalizado. En la La Financière de l’Echiquier están convencidos de que una de las tendencias más importante del futuro está vinculada a la Inteligencia Artificial. “Durante los próximos años, las empresas van a invertir mucho dinero para realizar esta transformación digital y la IA representa el motor de esta revolución. Nuestro fondo [Echiquier Artificial Intelligence] permite posicionarse sobre esta tendencia de largo plazo”, afirma Mathias Blandin, country head de La Financière de l´Echiquier en Iberia. Otra de las cuestiones que ha ganado importancia tras el estallido del covid-19 es el medio ambiente. “En un momento como en el que nos encontramos, en medio de una pandemia con un renovado aumento de los llamamientos para eliminar la injusticia social, no hay duda de que los criterios ESG constituirán una importante temática de inversión en los próximos diez años”, afirma Cheryl Frank, gestora de Capital Group. Las compañías más preocupadas por el cambio climático y que fomenten la diversidad pueden resultar atractivas para los consumidores que prefieren empresas que se ajusten a sus valores personales; mientras que un gobierno corporativo sólido podría reducir el riesgo de inversión debido a una mayor transparencia y una mejor asignación del capital. Desde DPAM apuestan por el DPAM Invest B Equities NEWGEMS Sustainable, un fondo que “es una combinación única que integra inversión multi-temática y sostenibilidad”.
Quizá, la mejor vía para acceder a estas temáticas es a través de un fondo de inversión de gestión activa. Así lo consideran en Schroders. “Creemos que un enfoque de inversión activo, global y sin restricciones es óptimo para un fondo temático, pues si los temas son poderosos, no deben estar limitados por las ponderaciones de los índices, los sectores o las regiones”, señala David Docherty, responsable de inversión temática de la gestora británica. Además, a través de un fondo, los inversores pueden exponerse a las empresas menos conocidas dentro de las temáticas de largo plazo, cuyas perspectivas de crecimiento aún no se reconocen en sus cotizaciones y están por tanto infravaloradas. “De este modo pueden aumentar sus fuentes de rentabilidad de una manera enfocada, pero diversificada”, afirma el mismo experto.
Y es que nunca ha sido tan importante como ahora tener una cartera diversificada. “La inversión en fondos temáticos proporciona una diversificación de la cartera, ya que permite participar en la financiación de empresas innovadoras que están bien posicionadas para hacer frente a los desafíos del mañana, se benefician de los vientos de cola del crecimiento secular y, por ello, esperamos que obtengan un rendimiento superior”, indica García. La construcción de la cartera tiene que ser altamente selectiva en cuanto a la calidad del modelo de negocio de una empresa y su valoración. Cualquiera que sea la temática, el análisis fundamental y el desarrollo de un enfoque de selección de valores son cruciales. Por ello, invertir en activos que fueron negativamente impactados por la crisis del coronavirus solo porque cayeron sin analizar la situación podría ser ser una estrategia arriesgada. “De nuevo hay que tener en cuenta la deuda y los cash-flows”, puntualiza Blandin.
La inversión a largo plazo permite reducir la volatilidad, debido a la exposición al crecimiento estructural, que se ve menos afectado por el ciclo del mercado, al tiempo que ofrece rendimientos atractivos. En Edmond de Rothschild AM creen que “la inversión activa de alta convicción es claramente la forma más apropiada de generar retornos sostenibles a largo plazo”. “La gestión activa y la metodología propia son claves para crear valor”, hace hincapié su directora de ventas en España. El objetivo, explica también García “es identificar cómo los comportamientos de consumo de una generación afectan a los diferentes negocios y qué empresas pueden beneficiarse de ellos”.
Con todo, Maya Montes-Jovellar, responsable de marketing para Iberia y Latinoamérica de Groupama AM, opina que en, renta variable, “las acciones pertenecientes a megatendencias muestran perspectivas de crecimiento más sólidas y, por lo tanto, aumentan las expectativas generales de rentabilidad de las carteras”, aunque puntualiza que “en determinadas fases de estrés del mercado, los valores de crecimiento pueden estar sujetos a episodios de volatilidad”, como sucedió a finales de 2018. Richard Dunbar, head of Multi-Asset Research de Aberdeen Standard Investments, subraya que en los mercados de deuda también habrá oportunidades, aunque advierte de que “una vez más, cuando se piense en crédito, alto rendimiento o deuda emergente, hay que asegurarse de hacer los deberes”. Según García, también podrían encontrarse oportunidades en activos no líquidos, que “deberían desempeñar un papel fundamental” como la deuda en infraestructuras, el private equity o los inmobiliarios, “activos que empiezan a incorporarse o a aumentar en muchas carteras dada su descorrelación y valoración en la situación actual”.