Es difícil determinar el escenario que se crearía tras el regreso a la Casa Blanca de Donald Trump. Sin duda, todo hace indicar que aumentaría los riesgos en gran parte del mercado bursátil europeo. De hecho, el Índice DAX de referencia en Alemania, su Índice MDAX de mediana capitalización y los sectores sensibles como el industrial, el químico y el automotriz se verían seriamente afectados en Europa.
Tampoco es de extrañar que se generase, como consecuencia inmediata, un aumento de aranceles en Europa, así como una reducción de la financiación y del apoyo de EEUU a Ucrania. Todo hace indicar que se produciría una debilidad de las existencias de acero europeas frente al mercado de la rgión.
Cuando en 2016 Trump resultó elegido, existía el miedo en Europa ante lo desconocido, aunque el viejo continente logró recuperarse durante el mandato de Joe Biden. De regresar a la Casa Blanca, se podría dañar la confianza en las acciones europeas, alemanas y chinas.
Sectores económicos más expuestos al triunfo de Trump
Sin duda, el Índice del Mercado Suizo y el FTSE 100 del Reino Unido serían los menos afectados, así como la atención sanitaria, los sectores defensivos y los productos básicos de consumo. No obstante, Europa tiene que prepararse seriamente con autonomía estratégica. De este modo, evitar que le afectasen las disputas entre China y EEUU. El regreso de Trump, pese a décadas de globalización, podría suponer el retorno del proteccionismo.
La imposición de aranceles y renegociaciones de tratados plantea riesgos considerables para la economía europea y, en especial, la española. Sectores como el agrícola y el industrial, que dependen de las exportaciones de EEUU, podrían verse muy afectados por las nuevas barreras comerciales.
De igual modo, una importante inestabilidad en las relaciones comerciales globales impactaría sobre la economía española de forma negativa. Las empresas españolas se verían obligadas a buscar nuevos mercados y a ajustar sus estrategias para mitigar los efectos de las políticas proteccionistas estadounidenses.
Repercusiones en las relaciones diplomáticas
Otro aspecto a tener en cuenta es que el hipotético regreso de Donald Trump podría traer consigo la intensificación de su política exterior basada en el lema ‘América Primero’.
En otras palabras, España podría enfrentarse a un mandato de relaciones diplomáticas más complejas y desafiantes, pues Trump ha mostrado prioridad por los acuerdos bilaterales antes que por los compromisos multilaterales. De este modo, las relaciones entre la UE y EEUU podrían verse mermadas y España es un miembro clave.
En materia de Defensa, Trump ha sido históricamente muy crítico con la OTAN, pues ha exigido en innumerables ocasiones un mayor respaldo y contribución financiera por parte de los aliados europeos.
España podría enfrentarse a nuevas presiones adicionales, teniendo en cuenta que ya acomete desafíos económicos importantes.
Solo hay que analizar el acercamiento del republicano al presidente ruso, Vladímir Putin, durante algunos momentos de su mandato. Aquí se muestra el poder de la heterodoxia del trumpismo, que no tiene miramientos a la hora de dar duros golpes en materia de política exterior.
Consecuencias en la Política Interna
España se verá afectada por el triunfo de Trump en las urnas, ya que los movimientos populistas y de extrema derecha podrían encontrar un escudo poderoso al que aferrarse. De este modo, partidos como Vox podrían ver fortalecida y validada su retórica nacionalista y de anti-inmigración.
De desarrollarse la polarización política, Europa y el mundo en general, encontraría serias dificultades para formar coaliciones políticas estables y políticas coherentes. De este modo, se incrementaría la fragmentación del panorama político europeo y español. Trump podría fortalecer esas tendencias populistas y elevar el tono de las divisiones sociales y políticas españolas.
Consolidado impacto socio-cultural
La denominada retórica divisiva de Trump, acabaría marcando una nueva hoja de ruta en temas fundamentales como la inmigración, el multiculturalismo y los derechos civiles. A esto se le suma la actitud represiva de Trump sobre los medios de comunicación y las redes sociales.
De hacerse efectiva su llegada, podría influir en la manera en que se consume y se percibe la información en España, la confianza en los medios y las instituciones e, incluso, afectar a la cohesión social y a la calidad del debate público.
El apoyo de España a políticas como ‘la tasa Google’ podría derivar en consecuencias muy negativas para empresas del sector del aceite y del vino. De resultar vencedor Trump, éste podría duplicar los actuales aranceles a España durante el primer trimestre de 2025. Y es que Washington modifica cada 180 días los productos y países damnificados por estas represalias.
Ocho de los 28 países de la OTAN invierten más de un 2% en Defensa, siendo la partida de España del 1%. EEUU exige más al Ejecutivo de Sánchez, pues los aranceles contra el vino y el aceite se mantendrán, de lo contrario, como respuesta inminente.