Según un estudio reciente de CaixaBank Research, el PIB de China creció un 0,8% durante el segundo trimestre de 2023 con respecto al primer trimestre de este mismo año. Esto se traduce en una importante ralentización si se compara con el 2,2% del primer trimestre del año. La tasa interanual se aceleró hasta el 6,3%, el ritmo más elevado durante los últimos dos años.
Evolución PIB interanual de China
Este crecimiento del segundo trimestre de 2023 se sitúa por debajo de las previsiones estimadas por el consenso de analistas, que eran del 7%, y de CaixaBank Research, que lo situaban en el 7,9%. Y es que pese al levantamiento de las restricciones por el Covid a principios de año, el índice PMI manufacturero lleva en contracción desde abril, limitando el crédito y provocando un frenazo inesperado en actividades económicas relacionadas.
Una crisis inmobiliaria boyante
Durante décadas, la economía China ha dependido del sector inmobiliario, pero ahora representa el 24% de la demanda final. Evergrande y Country Garden, que son los principales promotores inmobiliarios chinos, se encuentran en la cuerda floja debido a las deudas e impagos de los prestamistas. Esta situación amenaza a los puestos de trabajo y a los ahorros de millones de hogares, provocando el debilitamiento de su moneda.
En 2021, Evergrande sufrió una grave crisis que demostró el descalabro del sector. Existían voces de alarma que apuntaban a que podría estarse ante un caso similar al de Lehman Brothers en 2008, que llegase a impactar en el resto del mundo. Este temor ha vuelto a florecer, ya que Evergrande no cotiza en Bolsa y está inmerso en un proceso de reestructuración de su deuda. Ver: Evergrande: ¿cómo puede afectar la quiebra de la inmobiliaria china a los inversores del Ibex 35?
Evolución cotización Evergrande. Fuente: Reuters
Sus cuentas de los ejercicios 2021 y 2022 demuestran pérdidas por un valor de más de 581.000 millones de yuanes (más de 72.000 millones de euros), lo que le llevó a declararse en quiebra en EEUU a finales de agosto.
Country Garden, el mayor promotor inmobiliario de China, declaró en agosto que esperaba acumular unas pérdidas de hasta 55 millones de yuanes (cerca de 7.000 millones de euros) durante los seis primeros meses de 2023. Esto ha derivado a que el precio de las acciones de la empresa se desplomase, ya que los inversores temen que pueda dejar de pagar miles de millones de dólares en préstamos.
Las estadísticas apuntan a que China perderá el liderazgo mundial en población en detrimento de la India al finalizar 2023. La desaceleración potencial de su economía, la reducción de la tasa de natalidad y el aumento de la mortalidad son aliados de la crisis, y por ende, de las ayudas gubernamentales para poder subsistir. De hecho, se espera que la India acumule antes de finales de año unos 1.428 millones de habitantes, tres millones más que China.
Otros indicadores de debilidad económica
La moneda nacional, el yuan, ha sufrido una gran caída con respecto al dólar alcanzando niveles de hace 16 años. Esta situación llevó al Banco Popular de China a intervenir para frenar dicha caída.
En otro orden, el PIB de China mantiene sus tasas elevadas, pero ha denotado un crecimiento ralentizado muy por debajo del 10% alcanzado durante las últimas décadas. Estos datos aportados por el Banco Mundial se alinean con las previsiones de crecimiento económico de los analistas, contrastando con el objetivo gubernamental del 5% de PIB para 2023.
Según datos de la Oficina Nacional de Estadística (ONE), entre abril y junio el PIB aumentó únicamente un 0,8% intertrimestral, lo que se traduce en una ralentización de 1,4 puntos con respecto al dato registrado en los tres primeros meses del año. En términos interanuales la economía repuntó un 6,3%, el ritmo más elevado desde el segundo trimestre de 2021.
Existe una gran brecha entre los ingresos medios de los ciudadanos chinos y los de las potencias occidentales. La renta per cápita de China no superó los 13.000 dólares en 2022, mientras que en EEUU y España éstas rozaron los 77.000 y los 30.000 dólares, respectivamente.
También se aprecia una elevada deflación, situación contrapuesta a occidente, así como una caída en exportaciones e importaciones que se suma a una tasa de desempleo récord, especialmente entre los más jóvenes. La tasa de desempleo de China en agosto era del 5,2%.
Repercusión internacional
El comercio internacional cayó durante el segundo trimestre más del 3%, generando una situación inquietante para España, que había conseguido incrementar sus importaciones. En 2022, el sector exterior aportó casi la mitad del crecimiento del PIB español con una contribución de 2,6 puntos porcentuales sobre un incremento del PIB del 5,5%. España vende poco a China (en 2022 fueron 8.000 millones, especialmente en productos cárnicos, minerales y químicos).
Ahora se espera que las empresas españolas que importen del país asiático vean incrementar sus márgenes de beneficios, ya que China bajará sus precios para poder exportar más. La tendencia es que cada vez exista una menor exposición de EEUU al país asiático y que los movimientos del poder chino sean en base a un aislamiento económico y financiero sin precedentes. Y es que la inversión extranjera directa de China al resto del mundo ha caído un 18% respecto al año anterior.
El ETF Vanguard Total World Stock Index tiene el 3,1% de sus activos en acciones chinas. El ETF Vanguard Total International Bond solo tiene un 1,2% de sus activos en bonos chinos.
ETF Vanguard Total World Stock Index (naranja) y Vanguard Total International Bond (morado). Fuente: Reuters.
Pese a todo, China sigue apostando por una fabricación más avanzada en la que se impulse la venta de vehículos eléctricos, superando incluso a Japón. Ese crecimiento económico más lento de China también significará una menor demanda de petróleo y de otras materias primas en los mercados mundiales. Esta situación ayudará a la economía global con menores presiones inflacionarias.