La Comisión Reguladora de Valores de China ha desatado un escándalo financiero al acusar a la gigante inmobiliaria Evergrande y a su fundador, Hui Ka Yan, de inflar sus ingresos en más de 78.000 millones de dólares durante los años 2019 y 2020. Esta revelación ha provocado que el regulador chino planee imponer una multa masiva a Hengda Real Estate, la unidad de negocio de Evergrande en China, por un total de 4,2 billones de yuanes.
El expediente de Hengda Real Estate revela que la empresa aumentó artificialmente sus ingresos reconociéndolos por adelantado en 2019, generando un incremento de 214.000 millones de yuanes. Además, en 2020 se detectó un inflado de ingresos por 350.000 millones de yuanes. Estas prácticas poco éticas han puesto en entredicho la transparencia financiera de Evergrande y han llevado a una situación de liquidación en Hong Kong, aunque sus implicaciones en China continental aún no están claras.
El imperio financiero de Evergrande, con un pasivo astronómico de más de 300.000 millones de dólares, se tambalea ante estas acusaciones de manipulación financiera que podrían tener repercusiones a nivel global en el sector inmobiliario y financiero. La sombra de la incertidumbre se cierne sobre la empresa mientras los mercados financieros internacionales siguen de cerca esta situación sin precedentes.