En renta variable, nuestros fondos, incluidos los que invierten en mercados emergentes, han tenido una evolución más bien positiva durante el mes de noviembre y todos nuestros productos de renta variable baten este mes a sus índices de referencia.
En renta fija, nuestros fondos han adoptado a finales de mes un sesgo menos defensivo y se han deshecho parte de coberturas.
Renta fija. El contagio está en marcha
El mes ha venido marcado por una aceleración del contagio de las dificultades de financiación pública por toda Europa, a pesar del respiro que han dado los mercados durante los últimos días. La ampliación de los diferenciales de la deuda pública española e italiana ha ascendido hasta 155 y 180 puntos básicos, respectivamente, y 90 puntos para la deuda de Francia, antes de contraerse rápidamente los dos últimos días del mes. Como cabía esperar, esta tendencia se ha trasmitido a los diferenciales de la deuda corporativa. Dado que la eficacia de los tipos alemanes como herramientas de gestión de este riesgo ha disminuido claramente (los bonos alemanes a 10 años han repuntado a lo largo del mes 25 puntos básicos hasta el 2,27%), nuestros fondos de renta fija, cuya gestión ha seguido siendo defensiva en noviembre, han aumentado su gama de instrumentos de gestión del riesgo de crédito, especialmente mediante la compra selectiva de algunos CDS. Nuestros fondos han adoptado a finales de mes un sesgo menos defensivo y se han deshecho parte de las coberturas. También se ha reducido ligeramente la sensibilidad a la renta fija hasta dejarla en 5,3 en el caso de Carmignac Patrimoine, 7,3 en Carmignac Global Bond, 3,4 en Carmignac Sécurité y 2,7 en Carmignac Emerging Patrimoine.
La renta variable: la presión que soportan las autoridades europeas se intensifica
Tras la gran ilusión de octubre, el mes de noviembre volvió a estar marcado por los temores de los mercados en relación con el evidente agravamiento de la crisis en la zona del euro, hasta que un espectacular aumento del optimismo se impuso hacia finales de mes. El desfile de jefes de gobierno en Grecia e Italia no ha conseguido ocultar el desafío económico de primera magnitud que supone la necesidad de reducción del endeudamiento público en un contexto de fuerte ralentización económica. Una vez alcanzado su límite de resistencia al sufrimiento, muchos inversores se han resignado a asumir una posición en los mercados abiertamente defensiva. De ahí su precipitación para no perderse un último rebote salvador, como en los tres últimos días del mes. Después de haber caído un 10% desde principios de mes, la renta variable europea cierra el periodo con una caída de solo un 2,6% (y registra una rentabilidad superior a la del universo emergente, que cae un 6,75%). Persiste la volatilidad de los mercados de activos de riesgo, acuciados por la gravedad de la crisis y, al mismo tiempo, la creciente presión que sufren cada día los dirigentes europeos para que propongan rápidamente unas medidas por fin constructivas. Nuestros fondos, incluidos los que invierten en los mercados emergentes, han