Así lo ha comunicado la compañía cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil a través de un hecho relevante
que se publicaba pasadas las 12 horas de este lunes. En él se comunican a Bolsas y Mercados los cambios aprobados en sendas reuniones mantenidas por el Consejo de Administración los días 15 y 19 de octubre.
Según esta comunicación, Rafael Contreras dimite como consejero delegado de la compañía y su lugar será ocupado por José María Tarragó. Contreras pasará a ostentar la presidencia de la compañía “sin funciones ejecutivas”, lo que hace pensar en la posibilidad de que su salida haya sido forzada por la auditora con el objetivo de limpiar la imagen o por el propio Consejo, sin que por ello deje de controlar los hilos de Carbures.
El anterior presidente, Carlos Guillén, abandona su cargo en favor de Contreras y pasa a ser vocal.
Fuentes próximas a Carbures aseguran que estos cambios responden a "un proceso de profesionalización de la compañía que se ha visto acelerado en los últimos días y a la hoja de ruta marcada desde hace tiempo". Es algo que ya estaba contemplado, nos dicen... en aras de colocar en puestos clave a los mejores especialistas, como es el caso de Tarragó del que elogian su perfil de experto industrial.
El mismo comunicado asegura que la empresa se encuentra en pleno proceso de búsqueda de directivos para “para la contratación de un director financiero y un auditor interno”.
Esas mismas fuentes desconocen cuándo se darán a conocer las conclusiones de la auditora, aunque desde la compañía dicen sentirse "más cómodos" trabajando en suspensión de su cotización. Esto coloca un claro interrogante sobre la intención de Carbures de saltar al mercado continuo, previsto para antes del fin de año. Ahora reconocen que podría retrasarse ante lo sucedido en las dos últimas semanas.
Toda esta situación deriva del pasado 8 de octubre momento en el que PwC hizo públicas sus dudas sobre las cuentas de Carbures con relación al pasado ejercicio y principios de 2014. En concreto, la auditora de Carbures ponía en duda la relación que mantenía la empresa con terceros implicados, lo que denominaba el ‘cluster tecnológico’, dado que ello podría repercutir negativamente en las cuentas. En concreto, se habla de 9 millones de euros a restar sobre las operaciones de la compañía.
PwC también duda de las cifras correspondientes al primer trimestre del año y que guardan relación con la empresa Shenyang Hengrui&Exp Trade que, según aparece en sus cuentas consolidadas, reportó 19,6 millones de euros a Carbures.
Ese mismo día Carbures era suspendida de cotización después de acumular en el año una revalorización del 62%. Si desde BME decían entonces estar a la espera de datos que aclarasen esta situación para levantar el veto de cotizar a la compañía, desde Carbures ya avanzaban que se trataría de un proceso largo.