El fondo, gestionado por Silva Capital -una empresa conjunta de Roc Partners y C6 Investment Management-, pretende recaudar 250 millones de dólares australianos para generar y gestionar unidades australianas de créditos de carbono (ACCU) procedentes de iniciativas de reforestación.
Los ACCU son emitidos por el Fondo de Reducción de Emisiones (ERF), dotado con 3.000 millones de dólares por el gobierno australiano para ayudar al país a reducir sus emisiones de carbono en un 43% para 2030 con respecto a los niveles de 2005.
El ERF concede créditos sobre todo a proyectos que evitan la deforestación, regeneran bosques autóctonos o recogen metano de los vertederos. Esos proyectos pueden vender créditos al gobierno o a empresas que quieran cumplir sus objetivos de reducción de emisiones.
Las empresas que operan en sectores con elevadas emisiones, como la minería y la aviación, buscan cada vez más comprar créditos de carbono para compensar sus emisiones.
"Este fondo representa no sólo una inversión en reducción de carbono, sino un hito significativo en el mercado de carbono australiano, que, lo que es más importante, apoyará el éxito a largo plazo de nuestras comunidades agrícolas y la reparación de la naturaleza", declaró en un comunicado Raphael Wood, Codirector General de Silva Capital.
Silva Capital tiene previsto invertir en tierras de cultivo para desarrollar grandes proyectos de secuestro de carbono que promuevan prácticas agrícolas y de gestión de la tierra sostenibles, añadió Wood.