El desplome de los mercados agrícolas supone un nuevo quebradero de cabeza para el consejero delegado, Bill Anderson, que ha lanzado una ofensiva para acelerar las decisiones empresariales y recortar el exceso de burocracia con el fin de enderezar el rumbo del asediado grupo diversificado.
El beneficio trimestral de la empresa alemana antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones (EBITDA), ajustado por partidas extraordinarias, cayó a 2.100 millones de euros (2.300 millones de dólares), arrastrado también por los efectos negativos de los tipos de cambio, en línea con la estimación media de los analistas publicada en el sitio web de la empresa.
Bayer, que tenía cerca de 100.000 empleados a finales de 2023, recortó el equivalente a 3.200 puestos de trabajo a tiempo completo durante los primeros seis meses del año, marcando una aceleración después de que informó de un descenso de 1.500 durante el primer trimestre.
El Consejero Delegado ha dicho que no fijará objetivos concretos de reducción de empleo, pero ha pronosticado que una revisión en curso unidad por unidad dará lugar a recortes significativos en conjunto.
Su rival estadounidense Corteva recortó la semana pasada sus previsiones de ventas y beneficios para todo el año, afectada por la caída de los precios de sus productos fitosanitarios.
La caída de los precios de las materias primas agrícolas ha obligado a los agricultores a frenar su gasto, lo que ha afectado a la demanda de productos químicos para cultivos.
A pesar de todo, Bayer confirmó su anterior previsión de beneficios para todo el año.