Claro, si a estos malabarismos contables le unimos su ya famosa complicada clasificación de deuda, pues estaba claro que en algún momento los inversores se iban a sentir confundidos e incluso iban a pensar que esa complicación sirve para ocultar algo si algo pasa… y pasó, ya que a principios de noviembre se canceló una emisión en deuda en euros para pasarla a dólares, y cuando una empresa da una sensación de huida en alguna emisión de deuda, pues las alarmas se disparan.
Vean que, dentro de lo que cabe, el movimiento de Abengoa “b” ha sido perfecto: pierde la SMA200 sesiones, rebota y la confirma como resistencia, lo que abre la puerta a ventas para buscar los mínimos del mes anterior… pero la situación se escapa de las manos cuando perdemos esos mínimos.
La filial de Abengoa dice que espera comprar a su matriz cerca de 312 millones en activos, también espera subir el dividendo +18% y considera que no necesita aumentar más capital en 2015 para financiar la actividad.
Fitch dice que el ratio de apalancamiento que han calculado ellos es el doble de lo que dice la empresa. En su opinión, los problemas en bolsa vienen por las dudas sobre la contabilidad de la última emisión. Dice que les va a vigilar en las acciones y deuda para ver la respuesta del mercado y cómo puede afectar al ráting.
50% de riesgo de quiebra del valor. Al menos eso es lo que se saca de la cotización del credit default swap de Abengoa, que está a 1.350 puntos básicos cuando hace pocos días estaba a 700.