¿Qué previsión macroeconómica tienen para este 2021 en XTB?
Creo que va a ser un año en el que se está esperando que salgamos de la crisis que provoca la pandemia. Probablemente había una expectativa demasiado positiva respecto a que el crecimiento iba a llegar muy temprano en el 2021 y probablemente llegue a finales de año. Vemos a algunos bancos centrales que comienzan a cuestionar, como pasa con el BCE, que si los confinamientos hay que alargarlos más allá del primer trimestre de este año ponemos en riesgo incluso recuperarnos de la recesión de 2020. Tenemos un inicio de año complicado, mucho peor de lo previsible, y una esperanza bastante clara de que la segunda parte de este año, con la efectividad de las vacunas, podamos volver a la senda de crecimiento. Las bolsas están cotizando el escenario positivo desde hace muchos meses.
¿Cuáles son los riesgos principales este año?
Creo que hay dos grandes riesgos. El primero es que la situación de la pandemia se complique y alargue, bien porque el proceso de vacunación no siga el ritmo previsto, bien porque haya algún tipo de mutación, como está pasando con la cepa de Reino unido, Sudáfrica o Brasil, que pueden ser más contagiosas o más peligrosas desde el punto de vista de la tasa de mortalidad. Que todo eso retrase la salida de esta crisis puede ser uno de los grandes riesgos porque el mercado no está, bajo ningún concepto descontando, que la recesión se prolongue demasiado tiempo. El segundo gran riesgo es que pueda haber un salto importante en la percepción de inflación en el corto plazo. Lo estamos viendo ya en las subidas brutales que están tenido activos de materias primas agrícolas: la soja, el trigo o el maíz. Este comportamiento puede desatar la ilusión inicial de inflación no contenida y eso evidentemente tendría repercusiones importantes porque los bancos centrales tendrían que empezar a plantear que no van a poder mantener estas políticas expansivas mucho más tiempo. En cuyo caso habrá que ver cómo reaccionan las bolsas porque lo que sustenta ahora mismo el mercado alcista es el crecimiento de la liquidez, de la M2, y el nivel de endeudamiento para mantener las economías vivas.
¿Cómo ve la situación del Ibex 35?
Creo que España, en términos de crecimientos, es una de las regiones que peor lo están haciendo. Creo que estamos cometiendo un error garrafal subiendo impuestos en lugar de tomar la vía de Alemania de bajar el IVA y facilitar las cosas a empresas y ciudadanos. O lo que está haciendo EEUU con los paquetes fiscales. Estamos llevando a cabo políticas que van a frenar nuestra capacidad de salir de esta crisis. Detrás de Reino Unido somos el segundo peor país en previsión económica, según el FMI. El Ibex 35 no va a estar exento del impacto que tiene el poco crecimiento en nuestra propia región, aunque hay un montón de compañías internacionales. Desde un punto de vista puramente técnico, romper la cota de los 8.300/8.600 puntos en el Ibex 35 va a ser muy complicado. No quiere decir que podamos romperla dentro de seis, siete u ocho meses. A corto plazo creo que va a ser casi imposible. A largo plazo, cuando consigamos salir de esta recesión y el Ibex tal vez rompa esa cota, le doy un recorrido máximo de 9.500/9.600 puntos y a partir de ahí un alto riesgo de ver caídas muy seberas.
En este contexto, ¿qué valores presentan mayor potencial?
Hay que irse a valores internacionales. Todo lo que tenga que ver con compañías relacionadas con gasto en infraestructuras y materiales. Estamos viendo que puede haber ese primer coletazo de encarecimiento de materias primas. Acciona, ACS o Arcelormittal podrían hacerlo bien. El bloque de las eléctricas, sobre todo las que tienen un componente de energía renovables, lo que pasa es que han subido muchísimo. Habría que esperar correcciones para comprarlas. Evitaría el sector inmobiliario y las socimis, porque tengo la sensación de que en esta crisis el teletrabajo va a cambiar mucho la percepción de la necesidad de grandes superficies de oficina. El sector inmobiliario tiene riesgo y percepción de subidas de tipos, aunque no se den. Es un sector que va a sufrir. Solo compraría bancos si viéramos presiones inflacionistas que provoquen un empinamiento de la curva, que el largo plazo empiece a subir en rentabilidad frente al corto plazo, cosa que está pasando en EEUU pero no en Europa. Tendría cuidado con el turismo y las aerolíneas porque va a depender de cómo acaba la pandemia. Serán sectores que pueden hacerlo muy bien cuando acabe la pandemia, pero si nos equivocamos con el timing, y esto se prolonga en el tiempo, podemos seguir sufriendo.
El banco central europeo anunció en la última rueda de prensa que mantendría los tipos de interés. ¿Cómo influirá esto en las bolsas europeas?
Los bancos centrales son los que mantienen las bolsas al alza, tanto por las políticas monetarias que mantienen los tipos muy bajos, como por el lado de subvencionar las políticas fiscales ultra expansiva de los gobiernos a través de la compra de bonos que emiten. Es fundamental que no se retiren. Si se retirasen no tendría ningún sentido que las bolsas estuvieran en estos niveles y caerían con fuerza. Hoy por hoy, y mientras no haya inflación, creo que van a seguir aportando un gran pilar de apoyo en las bolsas. Por tanto, no espero cambios en el corto plazo.
Wall Street ha reaccionado bien ante la toma de posesión de Biden como nuevo presidente de Estados Unidos, ¿cómo se presenta la bolsa de NY en los próximos meses?
La bolsa de Nueva York está funcionando en base a estos apoyos fiscales y monetarios. La política fiscal de Biden es sacar un programa de 1,9 billones de dólares. En diciembre se aprobó uno de 900.000 millones, y en marzo, uno de 2 billones. Con ese dinero se está mandando cheques a la ciudadanía, a aquellos que ganan menos de 75.000 dólares al año recibe un talón de 2000 dólares y pagos semanales de hasta 600 dólares. Hay una parte de la ciudadanía, que de repente descubre que gana más dinero estando en el paro de lo que aganaban cunado trabajan y eso en parte se está utilizando para especular en bolsa. Mientras sigua este apoyo fiscal y monetario tan brutal o hay que descartar que aunque la economía esté en recesión y que la valoraciones sean tremendamente exigentes puedan seguir existiendo un movimiento al alza en los mercados de valores.