Los mercados europeos parecen ignorar hoy que el problema del suministro energético causado por la invasión rusa de Ucrania y las sanciones al país sigue sobre la mesa y tiene visos de agravarse. La Unión Europea se ha "disparado a sí misma en los pulmones" con unas sanciones económicas poco meditadas contra Rusia que, si no se revierten, corren el riesgo de destruir la economía europea, declaró el viernes el primer ministro húngaro, Viktor Orban.
El suministro de gas a Europa se ha reducido y los costes del combustible se han disparado desde la invasión rusa de Ucrania en febrero y las subsiguientes sanciones, lo que ha hecho que los países se esfuercen por rellenar los depósitos y diversificar los canales de suministro. Rusia califica sus acciones en Ucrania de "operación especial".
Y es que la Comisión Europea está dispuesta a adoptar el viernes su séptimo paquete de sanciones contra Rusia, el cual añadirá una prohibición a la importación de oro ruso y retocará las medidas restrictivas existentes para no obstaculizar las exportaciones de alimentos, dijeron a Reuters dos fuentes consultadas.
Los cortes de gas desde Rusia pueden llevar a países como Alemania o Italia a tener que racionar el gas. Mientras, la Comisión Europea ha rebajado sus previsiones de crecimiento y elevado los de inflación, también a causa de la energía.
La inflación que sigue preocupando y mucho a los mercados, con los precios en EEUU marcando un nuevo récord, al alcanzar el 9,1% en el mes de junio, en máximos desde 1981.
Esto pone más presión sobre la Fed, lo que provoca nuevas turbulencias en los mercados, a pesar de que ya se descontaba un tono más hawkish por parte del regulador.
Sobre la mesa también está la campaña de presentación de resultados. Según explica Araceli de Frutos, de Araceli de Frutos EAFI, ha comenzado de forma bastante negativa, con las cifras de JPMorgan Chase y Morgan Stanley decepcionando al mercado.
En este entorno, la experta cree que de aquí a final de año, el sector de la automoción y de la energía darán sorpresas positivas, por lo que se pueden aprovechar las caídas para entrar en valores españoles del sector energético, como Iberdrola o Solaria.
