Durante 2020 los inversores apostaron por un escenario económico optimista y una recuperación en forma de V gracias a los estímulos fiscales y monetarios. Sin embargo, un escenario en el que se dibuja otra letra, la K, es más probable este año y el que viene, con ganadores y perdedores dentro de cada sector.
¿Significa eso que debemos mirar hacia otro lado que no sea la renta varia? La respuesta es NO, pero habrá que hacerlo con criterios de selección. Desde Fidelity International, consideran clave una rotación hacia la inversión en valor, pero con un seso cíclico.
Además, teniendo en cuenta esta cuasi segura "recuperación en K", la tendencia es más favorables a las acciones de empresas de pequeña y mediana capitalización con crecimiento sostenible.
Ya por sectores, y sin olvidar que el tecnológico ha sido uno de los más favorecidos el año pasado, desde Fidelity señalan que muchas valoraciones parecen alejadas de la realidad, por lo que su apuesta en tecnología versa en mantener la exposicion a servicios de TI, empresas europeas de software o el segmento cíclico del sector tecnológico, pero no empresas de software de EEUU, con precios excesivamente caros.
Si miramos al sesgo regional, la mejor opción para invertir en renta variable es estar orientados a los resultados y, dependiendo del resultado que se tenga en mente, optar por una u otra región. Asia si se apuesta por el crecimiento, Europa si estás orientado a rentas, EEUU por liquidez, y Japón por proyección.