En 1929 Ramón Reig Jofre fundó la empresa que lleva sus apellidos. Hoy, Reig Jofre, que nació en la trastienda de una farmacia de Barcelona, sigue siendo una empresa farmacéutica mayoritariamente familiar, pero su negocio ha aumentado de forma considerable. Es la quinta farmacéutica española por cifra de negocios cotizada en el Mercado Continuo español. Además, el 14% de las unidades de antibióticos que se consumen en España los producen ellos.
Reig Jofre se basa en tres grandes bloques productivos: uno tecnológico, dedicado al desarrollo y fabricación de productos antibióticos e inyectables de uso hospitalario; otro de complementos nutricionales, bajo la marca Forté Pharma; y uno de productos farmaceúticos de dermatología, respiratorio y ginecología. A todos ellos se les debe los pasos de gigante que ha realizado Reig Jofre y la internacionalización de la compañía que, tras tres generaciones al frente de la misma, ahora está presente en cerca de 70 países. Y, en todas las líneas de negocio, la apuesta de Reig Jofre en la I+D+i es clave, sobre teniendo en cuenta que el sector de la industria farmacéutica es uno de los que tiene las más altas exigencias y estándares de calidad.
Con estos ingredientes, Reig Jofre será un jugador clave en la industria farmacéutica en nuestro país pero también a nivel mundial. Los retos de la compañía pasan por un crecimiento sostenible y rentable para los inversores, pero también por un crecimiento inorgánico para ampliar su negocio, expansión internacional, y un firme compromiso con la investigación y tecnología. ¿El objetivo final? Ser un referente internacional del sector y crear el máximo valor para el inversor.