Las nuevas vacunas han generado un gran optimismo entre los inversores y, aunque algunos son optimistas sobre sus efectos, otros se muestran más cautos. Desde Fidelity, Mccaffery reconoce que es muy alentador que en el mundo haya vacunas que se hayan desarrollado tan rápido. “Aunque la distribución será escalonada, contribuye a poner de relieve las esperanzas de que regrese el crecimiento y cierta normalidad en la actividad”. Una de las consecuencias más importante que traerá esto es que algunas de las áreas más castigadas podrían registrar un rebote y empezar a atraer a los inversores. “Pero no será un viaje fácil pues todavía falta mucho para que la vacuna tenga un impacto real en toda la población, países y en todo el mundo”.
El camino no será fácil aunque seguiremos contando con las políticas monetarias y fiscales, que seguirán teniendo una trascendencia histórica donde los Bancos Centrales “podrían tener que hacer la parte más dura del trabajo si lo estímulos fiscales acaban siendo insuficientes”. Desde Fidelity reconocen que los bancos centrales han mostrado una increíble capacidad de adaptación y de poner en marcha nuevas herramientas pero se está llegando a un punto complicado. ¿Cuánto tiempo tiene que mantenerse así la política monetaria si hay señales de reflación que traigan de nuevo inflación? Este experto no cree que estas políticas hayan llegado al límite pero “los retos que se plantearán para su gestión y su interacción con la política presupuestaria serán importantes y viviremos nuevos episodios este 2021”.
Esto condicionará a los mercados que vieron cómo en 2020 hubo una polarización entre los distintos sectores y compañías. “Cuando ves apuestas increíblemente grandes ante cualquier atisbo de crecimiento, especialmente en los peores momentos de 2020, te das cuenta de que han surgido múltiplos y valoraciones que parecen un tanto forzadas”. Si en 2021 llega la vacuna gradualmente y surge un entorno reflacionista podría centrarse en el crecimiento a precios razonables, lo que tendrá un efecto significativo en la rotación de los mercados.
Y ligado a esto vuelve la sostenibilidad. Si 2020 fue el año de lo social, en 2021 veremos la consolidación definitiva de los factores ESG con especial atención al medio ambiente y cambio climático. “Autoridades y reguladores reforzarán sus intervenciones, posibilitarán flujos de inversiones hacia éstas áreas y pondrán de relieve lo que tenemos que hacer” para alcanzar algunos de los objetivos en materia de sostenibilidad.