Los tres índices de Wall Street siguen marcando nuevos máximos, aupados por los resultados trimestrales que ya avanzan en EEUU. En general, la previsión de las cuentas empresariales americanas es positiva... así que ¿la tónica que veremos semana tras semana en Wall Street mantendrá el mismo tono, al alza?

En principio, sí. Lo que ocurre es que no sabemos hasta qué punto el mercado ha descontado una cosa u otra, porque como siempre se encargan de rebajar las expectativas, cuando luego salen más o menos lo que se preveía en su momento, el mercado rompe al alza. No sé qué parte de todo eso ya lo tiene asumido el mercado, pero ahora mismo lo que se está poniendo de manifiesto es que en realidad todo sigue como los anteriores trimestres. Quizás, si acaso, lo más "novedoso" de estas semanas es que se están dando algún que otro "varapalo" para la tecnología, pero creo que casi exclusivamente como consecuencia de la rotación, porque se piensa que ese mercado ya está un poco maduro. Pero, ateniéndonos a lo pragmático, que es ver cómo evolucionan los índices, hasta que éstos no marquen que ha habido un giro realmente significativo, de momento aquí no pasa absolutamente. Es verdad que se ha podido constatar la diferencia comparativa del comportamiento de los índices europeos con respecto a los americanos, sobre todo en las últimas jornadas, pero nada que haya llevado a ningún índice europeo a perder ningún soporte, ni siquiera de corto plazo.

A nivel sectorial, en Wall Street estamos empezando a ver una rotación que está favoreciendo el comportamiento de muchos valores/sectores que se habían quedado rezagados, entre ellos los de pequeña y mediana capitalización, los industriales, los de corte más cíclico y los catalogados como de “valor”, mientras que los de “crecimiento”, especialmente los tecnológicos, “sufren” las tomas de beneficios por parte de los inversores. ¿Cómo lo explicamos?

Probablemente la explicación está en esa rotación y en que, en el fondo y, pese a lo que viene sucediendo en los últimos tiempos, todos los inversores están un poco alerta ante un posible evento que haga tambalearse unas subidas que no pueden durar eternamente. El Índice Russell 2000 estaba muy alejado de cualquier movimiento similar en el resto de índices y es al que primero le ha tocado; se ha disparado una barbaridad en la última semana y ya está a un 3-4% de sus máximos históricos. Por su parte, el Nasdaq 100 está a un 2% con respecto a sus máximos históricos de hace una semana. Volvemos a lo mismo, no pasa nada grave. Lo único que ocurre es que, por un lado, ya no estamos acostumbrados a una mínima caída y, por otro, a que el índice sectorial Russell tenga un excelente comportamiento. Es algo que nos llama la atención. Pero no ha sucedido nada que haga pensar, independientemente del por qué se están produciendo estas rotaciones o en su momento las caídas o recuperaciones, de que esté próxima una debacle ni nada parecido. Los que nos van a poner sobre aviso de todo son los gráficos y, hoy por hoy, ninguno de ellos nos advierte de nada de eso.

En España, Bankinter arranca hoy la temporada de resultados en un contexto de optimismo desde el lado financiero. No obstante, desde el lado bursátil, muchos inversores y analistas piensan que después de las subidas de los últimos meses, los bancos cotizan ya a unos múltiplos muy exigentes y no tienen claro que se mantenga un ritmo de recuperación económica suficiente como para que aumente el volumen de negocio que compense el efecto en el margen bruto de una bajada de tipos, algo que podría poner en peligro sus cotizaciones. ¿Cuáles son las previsiones para el sector?

Hasta ahora están teniendo un comportamiento excelente, sobre todo Goldman Sachs o Bank of America, y eso contrasta un poco con la imposibilidad manifiesta que tiene el índice sectorial bancario europeo para superar la zona intermedia de los 143,50; ese es el nivel que tiene que superar para pensar que de nuevo la banca tiene posibilidades de contribuir a un desarrollo alcista del conjunto de los índices y, del que más, del Ibex 35, que es el que mayor dependencia tiene de la banca.

Entrados ya en el segundo semestre, ¿cuál sería la cartera ideal para Roberto Moro?

A día de hoy, no parece el mejor momento para comprar sin más, sobre todo porque la gran mayoría de los índices están equidistantes de soportes y de resistencias, y así es complicado. Además, cuando dudamos acerca y tenemos casi los mismos criterios para comprar que para vender algún valor, lo mejor es estarse quieto. Con todo, y aunque no aliento a nadie a que lo haga, sigue habiendo títulos con buen aspecto técnico como para comprar. En el mercado español optaría por Aena y, si acaso, Naturgy. En el mercado europeo me encanta Bayer, que está comportándose como un auténtico tiro, Deutsche Telekom y, hasta ayer que presentó resultados, ASML Holding. Y en el mercado americano, que es donde parece que hay mayores y mejores oportunidades, me gusta Intel, Alphabet, Goldman Sachs, Walmart, Bank of America, Walt Disney y Barrick Gold; pero, asegurando algo más el tiro largo, apuntaría al S&P 500. Por otro lado, tendría mucho cuidado, y a lo mejor incluso me pondría corto, en el Nikkei -que acaba de dejar un patrón de giro en forma de estrella vespertina-, también en Stellantis o en Repsol... En definitiva, hay opciones pero ninguna muy clara como lanzarse del tirón. 

Más allá de la renta variable, el martes el oro marcaba nuevos máximos históricos, impulsado por las expectativas de recortes de tipos de la Fed. ¿Seguirá siendo ésta la tendencia a corto plazo del metal precioso?

Si llega a consolidar por encima de 2.440 - 2.480, la verdad es que sí, que merecerá la pena entrar en el oro, y con bastante garantías de que pueda funcionar. De igual manera puede suceder exactamente lo mismo con Barrick Gold, que se está comportando de la misma manera y al mismo tiempo que lo está haciendo el propio metal precioso.

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