Desde la semana pasada, con la caída de NVIDIA, algunos fondos de inversión han bajado de forma abrupta. El desplome de Nvida estuvo relacionado con el lanzamiento de DeepSeek, un buscador de inteligencia artificial que compite con las soluciones más avanzadas de EE.UU. Se destacó que su desarrollo costó solo 6 millones de dólares, en comparación con los elevados costos de empresas como OpenAI, y que además es un 93% más eficiente.

Esta caída no solo afectó a las tecnológicas, sino también a otros sectores. ¿Por qué arrastró a compañías que no pertenecen al ámbito tecnológico? Principalmente, impactó a empresas de Real Estate, energía e infraestructuras, ya que muchas de ellas están vinculadas a la expansión de centros de datos. Si los nuevos buscadores de IA son significativamente más eficientes, la demanda de centros de datos y la infraestructura energética asociada podría reducirse, afectando a estas industrias y, en consecuencia, a los fondos que las incluyen.

Sin embargo, hay incertidumbre sobre la veracidad de la información proporcionada por DeepSeek. Algunos analistas en China señalan que el costo de desarrollo podría no reflejar inversiones previas y que la eficiencia del 93% no está completamente verificada. Además, la empresa podría estar limitando la divulgación de datos para evitar revelar el uso de GPUs sujetas a restricciones comerciales.

Por otro lado, existe la posibilidad de que, incluso con una mayor eficiencia, la demanda por estos servicios se dispare, generando un efecto similar a la "paradoja de Jevons". Un ejemplo histórico es la bombilla eléctrica: la reducción de costos llevó a un uso masivo, beneficiando a las empresas del sector.

En este contexto, aún queda por ver si DeepSeek realmente transformará la industria y cómo evolucionará su impacto en los fondos de inversión y la economía en general. Lo que sí es seguro es que la innovación tecnológica, aunque pueda generar disrupciones, siempre impulsa el progreso y el bienestar a largo plazo.