Esta tendencia invita a reflexionar sobre las políticas económicas estatistas en Europa y las promovidas por el Partido Demócrata en Estados Unidos. Es cierto que tiendo a simplificar en la vida y me siento un poco como las viejecitas de los años 50 que culpaban de los males sobre España “al contubernio judeo masónico pagado con el oro de Moscú”. 

Pero imposible no recordar a la congresista Alexandria Ocasio-Cortez defendiendo que el New Green Deal se iba a financiar con la Teoría Monetaria Moderna, que consiste, básicamente, en que la Reserva Federal compre la deuda pública, con lo que se puede usar la máquina de fabricar billetes a tu antojo

Cosa que ha hecho a destajo también el Banco Central Europeo (BCE), el de Japón con la abenomics… y que por cierto, tienen muy poquito de moderno, porque fabricar papel moneda sin respaldo se lleva haciendo desde tiempos inmemoriales. Siempre con las mismas consecuencias: inflación.  

Esa política destructora de valor dispara a los activos que son tangibles, finitos y canjeables. El oro ha demostrado ser el activo más rentable en el último año. Su naturaleza lo convierte en un refugio seguro en tiempos de incertidumbre económica. Y algo más. Puede decirse que es el mejor activo financiero conocido

Así, viendo los fondos de inversión más rentables en lo que va de año, todos están centrados en este metal precioso. No sólo este año: el fondo Cinvest Multigestión Selección Oricalco FI logró una revalorización del 128,49% en 2024, reflejando el atractivo del oro en el mercado actual. Pero, según el portal quefondos.com (de una empresa española que lleva lustros analizando fondos y dispone de información en tiempo real), hay decenas de productos de oro superando el 30% anual. De Schroeder, Templeton, UBS, Invesco… así como un montón de ETFs. 

A tres años vista, Turquía también brilla. Tras periodos de volatilidad económica, el país ha adoptado políticas de ortodoxia monetaria que han estabilizado su economía y fomentado el crecimiento. Fondos de inversión enfocados en el mercado turco han cosechado rendimientos significativos, evidenciando la eficacia de estas políticas. Por ejemplo, el HSBC Global Investment Funds - Turkey Equity AC registró un rendimiento notable en este periodo. 

Conforme la misma fuente, a tres años, los fondos turcos lideran la rentabilidad. Algunos de HSBC, BNP, Lyxor o Invesco rinden más del 150% acumulado en el periodo, aunque estén corrigiendo en los últimos tiempos. 

Y a cinco años, el sector energético ha demostrado ser la inversión más sólida. La creciente demanda global de energía, junto con la limitada oferta de recursos, ha impulsado los precios y beneficiado a las empresas del sector. Los mejores del lustro superan el 300% y son todos energéticos: de Schroders, Goldman Sachs, Algebris, Templeton, Pimco… 

Es destacable que la renta variable europea no figura entre los activos de mayor retorno en estos periodos. Las políticas económicas estatistas implementadas en nuestro continente regulatorio y parasitario del crecimiento tienen mucho que ver. 

De manera similar, el Partido Demócrata en Estados Unidos, Bruselas lanza continuamente propuestas anti market, anti crecimiento económico y anti empleo, aunque se crean que subiendo el salario mínimo mejora el mercado laboral. 

El oro es el mejor activo del mundo, ya lo hemos dicho. Pero la rentabilidad observada en activos como ese metal precioso, los mercados emergentes y el sector energético, junto con la ausencia de la renta variable europea entre las opciones más rentables, pone de manifiesto la necesidad de reevaluar las políticas económicas

De acuerdo, las armamentísticas están subiendo al calor de la inyección de gasto que se promete sobre ellas. Pero eso es pan para hoy y… ¿Es mucho pedir el fomento de un entorno más favorable para la inversión, la innovación y el crecimiento empresarial?

Si no se toma esa dirección, lo dicho: compren oro.