¿Qué es la sostenibilidad y como impacta en las inversiones?
La sostenibilidad no es una moda, sino que es algo que tiene que durar y que además tiene un impacto directo tanto en nuestra vida diaria como en las inversiones. Si tuviéramos que elegir una manera para definir la sostenibilidad, nos podemos ir a las siglas ESG o ASG en español, que sería ambiental, social y gobernanza corporativa. Al final esto resume muy bien qué factores o qué aspectos implica esa sostenibilidad. Respecto al impacto en las inversiones, si lo que queremos son inversiones que cumplan con estos criterios, tenemos unas opciones muy concretas; si por ejemplo buscamos inversiones que tienen que ver con el medio ambiente, vamos a buscar aquellos fondos que intentan invertir en compañías que fomentan ese medio ambiente, que lo cuidan o al menos que no tienen aspectos adversos sobre el mismo. Cuando estamos buscando inversiones que están relacionadas con la S de social, empresas que cuidan a sus trabajadores, que intentan fomentar la igualdad, que haya integración de personas con capacidades diferentes, etc. Y cuando estamos hablando de gobernanza, miramos aquellas empresas que tienen una política clara en cuanto a remuneración de subdirectivos, tienen una política de claridad, de transparencia, etc. y esta es una manera de ver cómo impactan las inversiones. Hace tiempo era muchísimo más sencillo porque cuando un gestor decidía de forma subjetiva que quería integrar estos criterios, tenía distintas opciones: aplicar criterios de exclusión, buscar aquellas compañías que son las best-in-class (las que hacen menos deberes en todo este tema de sostenibilidad), e incluso podríamos ir más allá y aquellas empresas que lo que hacen es integrar dentro de sus criterios, no solamente criterios financieros, sino también criterios que tienen que ver con, por ejemplo, la sostenibilidad, es decir, otra series de criterios extrafinancieros. Pero, ahora, además, no es una decisión sino que casi es una obligación por temas regulatorios. MiFID ha ido evolucionando: primero le tenías que preguntar al cliente por sus circunstancias personales, la adecuación al riesgo, sus conocimientos de producto... pero ahora también hay que preguntarle por sus preferencias de sostenibilidad, es decir, si quiere criterios de sostenibilidad en su cartera, en qué medida los quiere y hacer un seguimiento de lo mismo. En este sentido, si el cliente quiere unos criterios de sostenibilidad, esto va a impactar las inversiones porque no vamos a poder ofrecerle cualquier cosa, sino solamente aquellos productos que sí que se adecuen a lo que el cliente previamente les ha solicitado.
¿Por qué es importante tener en cuenta criterios extrafinancieros a la hora de formar parte de la cartera?
Al final va muy unido y muchas veces no nos damos cuenta de que rentabilidad y criterios de sostenibilidad van de la mano y no siempre se van a poder excluir. También es verdad, aunque cada vez menos, que antes había un mito en eso de o busco rentabilidad o busco sostenibilidad como si fuesen incompatibles y no es así. Al final se demuestra con distintos estudios que, a largo plazo, aquellas empresas que son más sostenibles, que son más responsables, que incluyen esta serie de criterios... muchas veces son también más rentables a la larga. Es cierto que, a corto plazo, hay empresas con una política (creo que equivocada) que creen que no aplicar estos criterios les supone un ahorro de costes, y es verdad que a corto plazo puede ser una solución pero a largo plazo no es así. Ser sostenible también tiene impacto en el tema económico, es decir, si es una empresa que hace bien todo no va a tener escándalos, no va a tener que pagar una multa fiscal... Por su parte, cada vez más, cuando la gente se incorpora al mercado laboral ya no solamente preguntan por el salario y la jornada laboral, sino que también buscan sentirse identificados con la empresa, que tenga una buena gobernanza, buena reputación, etc., por lo que a este tipo de compañías les va a resultar más difícil atraer talento.
Medioambiente, social o gobierno corporativo. ¿Cuál es a vuestro juicio el más importante en el momento actual?
Si le preguntamos a un inversor de a pie por la sostenibilidad, gran parte se van a ir por el tema del cuidado del medio ambiente, que es lo más sencillo. De hecho, esto ha tenido su traslado a las inversiones y hay muchísimos fondos que tienen que ver con el medio ambiente, la sostenibilidad, el agua, los bosques, etc. Pero cada vez más nos estamos encontrando fondos de inversión que están especializados en las otras dos letras de ASG. Hay empresas, por ejemplo, de fondos de inversión que se han creado que buscan la igualdad de género, otras que lo que buscan es que la gente esté contenta en sus puestos de trabajo... Así que los tres criterios son importantes. Cuando estamos hablando de medio ambiente lo que se busca es reducir huella de carbono, intentar que se contamine menos, utilizar de forma más eficiente las energías limpias, etc. Cuando estamos hablando de social, buscamos esas empresas que son responsables no solamente con sus trabajadores sino con todas aquellas personas con las que tienen que interactuar y con las que puedan tener un impacto, a través de la igualdad de género, seguridad laboral... Y, por último, gobernanza, se trata de ver cómo se retribuye a los empleados, a los directivos, si hay una política de transparencia clara, si sus gobernantes son absolutamente éticos... Los tres aspectos son importantes y en cierto modo tienen que ir de la mano.
¿A través de qué fondos podemos invertir con estos criterios?
Uno de los principales problemas que ha habido es que todo el tema regulatorio es reciente. Hasta hace poco no estaba claro lo que se entendía por sostenibilidad, ya que la manera de definirlo y de integrarlo, así como los requisitos que se tienen que cumplir para que una inversión sea sostenible, pueden ser muy diferentes. Había muchísima dispersión en cuanto a qué se consideraba una inversión sostenible y cómo se tenía que integrar en las carteras. Poco a poco, y aunque queda bastante camino, se va avanzando y se han hecho definiciones de lo que se considera sostenibilidad y cuáles son los requisitos para que se pueda integrar en una cartera, además de evitar determinadas prácticas que no son buenas, en cuanto a calificar algo de "verde" cuando en realidad no lo es. El Reglamento de Divulgación de las Finanzas Sostenibles (SFDR) lo que hace es dividir las inversiones sostenibles en dos grandes grupos. Por un lado, los fondos que son artículo 8, que son aquellos que promueven buenas prácticas de sostenibilidad a la hora de integrar las compañías en sus carteras y, por otro, los que son artículo 9, que son aquellos fondos de inversión que específicamente tienen una serie de criterios de sostenibilidad. Estos últimos son un poco más sencillos de identificar ya que, por ejemplo, la mayoría de los fondos que tienen un objetivo sostenible son artículo 9. Algunos a destacar serían el JSS Sustainable Equity - Green Planet (LU0707700596 E), Nordea 1 - Global Climate and Environment Fund (LU0348926287 E) o el fondo RobecoSAM Smart Energy Equities (LU2145461757), que específicamente tienen un criterio de protección al medio ambiente. Fondos reseñables que integran esos criterios (artículo 8) son el fondo de BlueBox Global Technology (LU1793345429), DPAM B - Equities NewGems Sustainable B Cap (BE0946564383) o el BlackRock Global Funds - World Healthscience (LU0171307068).
(Puede ver toda la información de estos fondos en Self Bank)
TE INTERESA
Estrategias de Inversión ofrece una cartera de bolsa y fondos en la sección premium, con un objetivo de crecimiento a largo plazo y que invierte en las megatendenciasmás atractivas en cada momento.
Descubre las carteras y los análisis independientes para invertir en sectores con tendencia alcista en la zona premium de Estrategias de Inversión