La renta fija vuelve a acaparar titulares gracias a la subida de tipos de interés, ¿qué estrategias ven más interesantes en este momento?
(Juan Hernando) Este año parece que un poco el año de la renta fija. Después de un 2022 desastroso para la mayoría de los segmentos de la renta fija, este año sí le vemos bastante valor. Estos meses que llevamos de 2023 está funcionando bastante bien, ahora mismo por yields también vemos valor, también es un activo donde seguiríamos invertidos, incluso si hacemos valor relativo con la renta variable vemos un poco más valor en la renta fija que la renta variable. A nivel de sub-segmentos uno de los que más nos gusta el crédito corporativo investment grade; somos conscientes de que en high yield evidentemente las yields pueden ser más elevadas, pero en un entorno como el que preemos de que es posible que entremos en recesión aunque no sea una recesión muy profunda, el nivel de default puede incrementarse y esto pues al final perjudicaría al activo. Algo parecido nos pasa con la duda emergente, donde las yields son muy elevadas, y los riesgos son importantes. A nivel de plazos ahora mismo vemos como por ejemplo este año los monetarios es una categoría que prácticamente ha resucitado o incluso en la renta fija a corto plazo las yields son muy atractivas, pero optaríamos quizá por los medios y largos plazos de forma que podamos evitar los riesgos de reinversión en los años sucesivos.
(Bruno Patain) La renta fija ha vuelto después de muchos años de tipos cero o tipos negativos, y hay oportunidades. Somos más positivos con la deuda pública de gobierno de Estados Unidos y Europa principalmente, aunque sí es verdad que podemos ver valor también en grado de inversión, incluso en deuda emergente. Por su parte, evitaríamos por ahora el high yield, porque aunque es cierto que tiene yields o rendimientos muy atractivos, incluso en poca duración, en un contexto de que no está muy claro hacia dónde va la economía o el escenario macroeconómico (aunque tampoco creemos que va a haber algo muy violento), creemos que es mejor ser más conservador al no tener toda la visibilidad. La deuda pública ofrece rendimientos muy atractivos de nuevo con duraciones cortas, porque las curvas están invertidas, así que es un fenómeno que no siempre vemos, pero asumiendo poca duración hay muy buenos rendimientos. En definitiva, en Eurizon donde más positivos estamos es en la deuda pública norteamericana y de la eurozona y en segundo nivel el grado de inversión, que hay oportunidad aunque en nivel de spreads de nuevo la deuda pública nos parece atractiva, la deuda emergente también y dejaríamos el high yield por ahora de lado.
¿Por qué los bonos verdes son interesantes? ¿Ofrecen mayor rentabilidad/solvencia?
(Bruno Patain) En lo que va de año, si hablamos de rentabilidad, los bonos verdes es la clase de renta fija que mejor rentabilidad está dando, aproximadamente un 5%, es decir, más incluso que la deuda pública, grado de inversión, high yield... es decir, hay buena rentabilidad. El año pasado sufrió igual o incluso más que la renta fija tradicional pero en lo que llevamos de 2023 va muy bien. Si miramos los rendimientos, los yields, en el caso por ejemplo de nuestra estrategia, de 4,47%, es menos que lo que puede ver en high yield ahora mismo, pero al fin y al cabo es un activo de menos riesgo, menos volátil, la solvencia es bastante alta, de ratings altos, de cualificación crediticia alta y, en general, los bonos verdes por un lado es deuda pública soberana y grado de inversión de calidad, aunque también existe algo de high yield. El activo en sí, a nivel de rentabilidad va muy bien, a nivel de rendimiento es muy atractivo (menos tal vez que otros segmentos pero que son más agresivos), entonces muy bien. Si miramos el tema de la regulación es importante porque la Unión Europea en marzo aprobó el borrador de unos estándares para toda Europa de bonos verdes, algo clave porque eso permitirá que el activo sea totalmente utilizable de nuevo por los bancos centrales, las grandes inversores como fondos de pensiones, aseguradoras, etc. Ya existían unos principios para elegir que las gestoras seguimos los principios de bonos verdes, pero el marco que establece ahora la Unión Europea y que entraría en vigor dentro de un año es algo muy positivo. Además creemos que el resto del mundo va a utilizar estos estándares de la Unión Europea para aplicarlos. Por otro lado, el Banco Central Europeo está intentando reducir su balance y se van a quedar con la parte de los bonos más verdes, con mejor nota, es decir, reducir sí pero guardando los más verdes. Si miramos el sector, en lo que va de año tenemos unos 180.000 millones de dólares de emisiones, mientras que el año pasado fueron un total de 490.000 millones, menos de lo que se esperaba pero algo comprensible teniendo en cuenta la guerra de Ucrania, la inflación, etc. Este año esperamos unos 500.000 millones como mínimo. Es decir, emisiones hay; solamente en abril hemos visto al gobierno de España emitir otro bono verde, al gobierno alemán emitiendo otro bono a 10 años, Italia, Austria, Nueva Zelanda... y si miramos el mundo emergente, Turquía emitió su primer bono verde también para el tema de agua y energía renovable, México lanzó un bono sostenible por varios miles de millones también. En la parte corporativa, Generali ha emitido su cuarto bono verde, Siemens Gamesa para el tema de hidrógeno verde... Es decir, grandes entidades emitieron bonos verdes y los gobiernos más relevantes también, lo que significa que es una clase de activo que se está beneficiando de un apoyo a nivel de regulación, de los bancos centrales y con cada vez más emisiones, y no hay que olvidar que el cambio climático es muy real y los bonos verdes es una forma precisamente de luchar contra esto.
(Juan Hernando) Sí, en general es un tipo activo que se tiene cada vez más en cuenta. No tiene una historia extensísima, pero se está realizando cada vez más. Por ejemplo, entre 2016 y 2021 el ritmo de crecimiento de las emisiones ha sido prácticamente un 90% anual, una cifra muy relevante. Es verdad que en 2022, un año muy complicado entre otras cosas con la guerra de Ucrania, se ha reducido un poco el ritmo, pero lo lógico es que continúe. Al final la base de inversores también está evolucionando, ya no es solo un tipo de inversor que busque simplemente cumplir con criterios de sostenibilidad, sino que se fijan más en los propios detalles del bono y lo comparan con los bonos más generalistas, tanto a nivel de yield y los riesgos que tiene. La categoría como tal, viendo el tipo de emisores y los subyacentes que hay, es posible que a nivel de volatilidad o riesgos están un poquito más mitigados y las rentabilidades quizá tienen un comportamiento un poco más estable. Lógicamente en un año como 2022 las caídas fueron muy fuertes, pero lo esperable por el tipo de emisores que hay y por el tipo de proyectos subyacentes es que sea con unas volatilidades quizá algo más más sostenidas que los índices más generalizados. A nivel de evolución de la propia categoría, creo que se están dando cosas muy interesantes, ahora ya se están haciendo un poco más segmentadas, ya podemos entrar en bonos verdes corporativos, bonos verdes corto plazo, bonos verdes gobiernos... También a nivel de gestión pasiva se están lanzando más índices, se están lanzando más ETFs. Y luego el tema regulatorio no es menos importante, creo que en este caso tiene un empuje bastante fuerte para este activo. También todo lo que se está haciendo a nivel de los esfuerzos de divulgación, los esfuerzos de reporting, todos los esfuerzos que se hagan para evitar el green washing son bastante relevantes en este activo y están ayudando mucho al crecimiento de los bonos verdes. En definitiva, es un tipo de activo que se tiene en cuenta y que ya no es solo un nicho de quien quiere tener una exposición a proyectos que quieren ayudar a reducir los efectos del cambio climático o las emisiones, que ya por sí son importantes, sino que se tiene más en cuenta como un tipo de categoría más general.
¿Cómo seleccionan los gestores de Eurizon las emisiones más interesantes?
(Bruno Patain) El proceso en sí es un poco complicado pero, en líneas generales, primero hacemos un análisis cuantitativo y luego un análisis cualitativo; la parte cuantitativa consiste en mirar los emisores, los sectores y dentro de los sectores donde puede haber un impacto más interesante. Eso nos permite hacer un primer filtro, pero luego al fin y al cabo lo que miramos sobre todo son proyectos, es decir, si se nos presenta un bono emitido por una empresa hay que mirar cómo van a utilizar los fondos que van a recibir. Aquí hay un tema importante que es el green washing porque parte de nuestro trabajo es asegurarnos que se trata de un proyecto viable, un proyecto que tiene sentido y que de verdad aporta algo o para la biodiversidad o para la lucha contra el cambio bioclimático o para tratamiento de residuos, etc. Luego, cuando ya tenemos digamos definido una serie de proyectos, hacemos nuestro análisis. En Eurizon tenemos un equipo ASG bastante grande, pero vamos a buscar también fuentes externas, otras entidades de rating, trabajamos con varios partners que nos van a permitir también corroborar o contrastar nuestro análisis. Luego nos vamos a asegurar que el proyecto y la empresa que está detrás tenga auditores externos independientes, de tal forma que maximizamos la conciencia de puntos de vista que podamos tener para asegurarnos que nuestra decisión de inversión es la correcta. Después necesitamos transparencia, por lo que es muy importante que haya un reporting en efecto frecuente y sobre todo que nosotros podamos tener respuestas o a nuestros cuestionarios o a nuestras llamadas o simplemente cuando queremos visitar el proyecto para asegurarnos de lo que estamos haciendo. Y el bono en sí queremos que tenga bastante liquidez en el mercado porque obviamente aunque el proyecto puede ser bueno tiene que ser una inversión que para nuestras carteras podamos emplear, luego viene la parte en sí del bono en sí. Pero algo que es interesante en los bonos verdes es que al fin y al cabo lo que importa ante todo es el proyecto, luego obviamente se va a mirar el sector o el país, pero puede importar menos porque lo que se quiere ver es cómo van a emplear estos fondos. Nos hemos encontrado con casos en los que hemos invertido en un bono para un proyecto y nos hemos dado cuenta de que parte de los fondos recibidos cuando se emitió y se vendió este bono no fueron utilizados, y en ese caso nuestra decisión fue vender; otro ejemplo que nos pasó hace unos pocos meses con un proyecto muy bueno es que pertenecía a un grupo digamos potencialmente acusado de no tener una buena gobernanza y en tal caso aunque nos guste el proyecto estamos obligados a vender porque la gobernanza es clave también.
¿Por qué ven interesante desde MoraBanc el fondo de Eurizon? ¿Qué lo hace diferente respecto a la competencia?
(Juan Hernando) Es un tipo activo que está creciendo bastante y le vemos bastante potencial de crecimiento. Por poner un ejemplo, un 65% de las emisiones son europeas, y lo lógico es que esto se vaya extendiendo tanto en Estados Unidos como el resto del mundo (India están empezando a emitir, Singapur está empezando a emitir... es un tipo de mercado que va a seguir creciendo). A nivel de los bonos como tal, de los proyectos, vemos que hay un soporte regulatorio bastante importante, todos los temas vinculados con la reducción de los efectos del cambio climático, reducción de emisiones... todo este tipo de regulaciones van a ir apoyando a los bonos. Y el tipo de emisores que hay vemos como tienen unos criterios de de sostenibilidad bastante robustos, en cierto modo ayudan también a mitigar los los riesgos. Viendo también en su categoría los resultados que ha habido hasta ahora y un poco la evolución que se espera, tiene un comportamiento con riesgos un poco más mitigados, por ejemplo en volatilidades con una calidad crediticia relativamente media-alta sí que va a tener un crecimiento en la base de inversores que al final va a tener bastante soporte para para el activo.
(Bruno Patain) Algo muy positivo para un inversor particular que pone su dinero en bonos verdes es también es saber que está teniendo un impacto positivo sobre el medioambiente. Según nuestro último análisis, hemos conseguido gracias al patrimonio de nuestro fondo el equivalente de 4 millones de paneles solares en casas instalados, hemos conseguido básicamente ahorrar unos 700 millones de litros de agua (que corresponde más o menos casi a 300 piscinas olímpicas), el nivel de energía renovable aproximadamente la energía equivalente a lo que gastan unos 800.000 europeos en un año, hemos podido contribuir al reciclaje de aproximadamente el equivalente de 14 millones de contenedores de basura.. Y eso es lo bueno, que se puede medir un impacto concreto y todo lo que aporta la inversión en fondos de buenos verdes y creo que es algo que nos puede dar a todos muchas satisfacción.