Esta semana hemos celebrado el día mundial del agua. La ONU se ha propuesto que para 2030 el acceso al agua sea universal, asequible y equitativo. Partimos de un contexto en el que el 97% del agua es salada, y del 3% restante sólo un tercio es útil. ¿Cuál es la situación base para poder cumplir los requisitos de la ONU?
Es un reto muy grande y dar acceso a todos para 2030 no creemos que vaya a ser posible. El agua es la materia prima más importante que existe y no tiene precio oficial. Hay que buscar un precio equitativo porque si miramos al consumo de los hogares, tenemos tendencia a utilizar mucha agua porque pagamos poco. La agricultura en muchos casos no paga el agua porque los países tienden a subsidiar el precio del agua con lo que hay que buscar una solución ahí. Y además es un problema global porque en todas las economías encontramos problemas pero se puede resolver sólo a nivel local porque el agua es muy cara transportarla de un sitio a otro con lo que es un reto para cada país, compañía y persona con lo que habrá que buscar políticas a nivel de país que encuentren la solución a los mismos.
Políticas que precisamente permitan hacer infraestructuras que hagan viable cumplir ese objetivo que ha marcado la ONU. Se habla de que la inversión en infrestructuras hasta 2030 podría rondar los 100.000 millones, ¿cuál cree que son las infraestructuras más necesarias que conseguir que la cobertura sea universal?
En primer lugar tenemos que pensar dónde se necesitan las infraestructuras y se necesitan en todos los lados. Por ejemplo, en Londres un 30% de la estructura hídrica pierde agua con lo que hay que buscar tecnologías que mejoren esta situación pero donde más inversiones se harán en cuanto a sistema de suministro es en los países emergentes porque ahí estamos asistiendo a una mayor urbanización donde encontramos que más gente vivirá en las ciudades y se tendrán que construir estructuras hídricas desde cero. Si miramos a la industria del agua en su globalidad es una industria de 500.000 millones de dólares que crece un 6% anualizado con lo que esto llegará a niveles de inversión más importantes, especialmente si pensamos que es una materia prima sin la que no podemos vivir.
Es un recurso que cuenta con una demanda ilimitada con una oferta limitada. ¿SE puede desarrollar la presión que hemos visto en torno a los precios del crudo pero en el agua?
Si miramos el precio del agua en Califormia en los últimos 30 años y lo comparamos con el petróleo vemos un incremento constante del precio del agua. EEUU más o menos está pagando el precio que se debería pagar para cubrir los costes. Si miramos al petróleo ha sido más volátil y de hecho hoy en día el precio del agua ha subido más en los últimos cuarenta años. Esto es una constante que veremos en las próximas décadas en más países donde habrá más subsidio y más presión sobre el precio que se pague. Creemos que la presión será tan fuerte por la escasez de oferta y la mayor demanda que el precio subirá.
A pesar de la importancia que tiene, sólo el 15% de las compañías de la industria hídrica son cotizadas. ¿Ven un crecimiento en este sentido?
Sin duda lo veremos, aunque es cierto que es un problema global que se resuelve a nivel local con lo que ahí asistiremos a un desarrollo de empresas locales que resuelvan estos problemas. Pero si esto es más importante, creemos que veremos más cotizadas en bolsas. Es cierto que no será un industria como la energía donde hay más cotizadas pero no me extrañaría ver un 30% de las compañías cotizadas en los próximos diez años.
Ustedes tienen el PIctet Water que busca aprovecharse de estas compañías. ¿Cuál es el prototipo de compañía que se incorpora a la cartera?
Buscamos tres tipos de compañías: las que se ocupan del abastecimiento, tecnología – que buscan soluciones al hecho de que haya pérdidas del agua, tecnología de membranas contra la contaminación del agua - y empresas de servicios medioambientales. Son empresas poco representadas en índices tradicionales pero para que las metamos en cartera tienen que ser compañías puras, muy relacionadas con el agua, y además líquidas. Necesitamos un mínimo de liquidez.
No discriminamos por capitalización pero sí por liquidez, ver en cuántos días podemos deshacer la posición dentro de nuestra cartera en caso de que sea necesario. En las principales posiciones podemos encontrar empresas con 50.000 millones de capitalización y otras con 5.000 millones.
¿Es rentable realmente invertir en agua?
Nosotros lanzamos el fondo en el año 2000, con lo que cumple en marzo 16 años y en este período ha dado una rentabilidad del 6% media frente al 2% que ha dado el índice de renta variable. Es cierto que se lanzó en el año del estallido de las puntocom, que fue un momento complicado, pero por la naturaleza del agua hemos visto una fuerte estabilidad del activo con una menor volatilidad de la que podemos encontrar en renta variable.
¿Puede ayudar a reducir la volatilidad global de la cartera?
Sin duda y de hecho hemos visto una baja correlación cuando los mercados caen y la volatilidad históricamente ha sido más baja, lo que seguirá siendo el futuro.