¿Qué diferencia hay entre los futuros y las opciones?
Esencialmente, ambos son productos derivados, quiere decir que el cliente que quiere invertir en futuros u opciones no tiene por qué desembolsar ningún importe de efectivo correspondiente al nominal de la acción o de la divisa en la que está trabajando, sino que simplemente tiene que depositar una garantía que le permitirá acceder a estos mercados. Los futuros otorgan al comprador un derecho y una obligación de compra al precio pactado en el futuro. Esto quiere decir que si compro futuros sobre Telefónica a un precio dado de 5 euros, por ejemplo, con un vencimiento a tres meses, me estoy comprometiendo a comprar pase lo que pase esas acciones en tres meses. Si las acciones terminan en 4 euros, tengo que comprar por 5. Y si las acciones terminan en 6 euros, igualmente compro por 5. Lo que está claro es que la obligación y el derecho están ahí. Como contrapartida, no tengo que pagar ninguna prima al entrar al mercado de futuros porque el que está vendiendo en el futuro corre los mismos riesgos que yo. Es una posición simétrica en riesgo.
La posición en opciones es algo diferente, porque la persona que está comprando las opciones no está adquiriendo ninguna obligación, solo está adquiriendo un derecho. Tengo el derecho de comprar acciones sobre un subyacente a un vencimiento determinado. Digamos otra vez tres meses a 5 euros. Si yo compro ese derecho, en tres meses, si la acción subyacente está por encima de ese precio de ejercicio, ejerzo mi derecho de comprar barato. Por ejemplo si termina en 6 euros, ejerzo mi derecho de comprar a 5. Pero si termina en 3 euros, no voy a ejercer ese derecho porque puedo comprarlas en el mercado a 3. En el futuro estaría obligado a comprar. Como contrapartida, las opciones sí implican una prima, porque la situación de riesgo no es simétrica. La persona que me vende el derivado, la opción, solo puede perder dinero contra mí, por lo tanto, me va a cobrar una prima en el momento de la contratación del producto, que va a ser equivalente a las pérdidas esperadas según las probabilidades que el mercado asigne al que se alcance ese nivel a vencimiento o no.
¿En qué tipo de operaciones sería conveniente utilizar opciones o futuros?
Ambos so productos que te dan un gran apalancamiento. Solo es necesario en el caso de comprar opciones pagar la prima, o en el caso de operar con futuros, depositar un margen de garantía en el mercado. Esos márgenes de garantía son muy inferiores a los ingresos nominales correspondientes a cada activo. Si partimos de la base de los usuarios finales, por ejemplo empresas que quieran cubrir sus riesgos, recomendaría para una empresa el uso de futuros. Una empresa exportadora que está recibiendo facturas en dólares en tres meses, va a querer conocer hoy la rentabilidad total de su ciclo productivo. Por lo tanto, debería entrar en una operación a futuro vendiendo esos dólares que va a recibir en tres meses. Para las empresas también los intermediarios financieros en productos a la medida les ofrecen estrategias a cero costes, algo más complicadas.
En el caso de un inversor, ambos son útiles, tanto futuro como opciones, porque le proveen de mucho apalancamiento. Es decir, si el margen es un 10% del valor nominal del activo, el puede apostar sobre 10 veces más sobre el subyacente que si invirtiera directamente en el producto cash. En el caso de las opciones, sin embargo, una de las ventajas que tienen, es que el inversor se puede ir corto de las opciones, es decir, puede vender al descubierto. Puede vender una call que no tiene. El mercado en este caso sí va a exigirle una garantía, pero va a ser menor que el proceso de irse corto en el mercado de opciones. Es una ventaja porque es la única manera de que un inversor final pueda cobrar prima por asegurar a un tercero. Cuando un especulador vende opciones y cobra prima, está actuando como una agencia de seguros, porque el otro está asegurando contra él. Un inversor final va a vender opciones a corto cuando piense que el pánico del mercado es exagerado, o cando tiene una posición larga en el activo subyacente y decide vender un call con un precio de ejercicio superior para tratar de mejorar su posición promedio. Esta es una estrategia que se conoce como covered call y que se estudia habitualmente dentro de los programas de formación.
¿Cómo se pueden utilizar este tipo de productos para ponerse cortos o largos en el mercado?
La estrategia con futuros es bastante sencilla. Puede comprar el futuro, con lo cual te quedas largo en el subyacente, o puedes vender el futuro, con lo cual te quedas corto del subyacente. Si apuestas al alza comprarías el futuro, si apuestas a la baja lo venderías. Hay que tener cuidado, porque según qué futuros esté comprando o vendiendo, estos tienen entrega física. Si compras un futuro de una acción a tres meses, te la van a entregar a los tres meses. Si simplemente se quiere especular, justo antes de que el futuro venza, deberías deshacer la posición, si estás comprado vendiendo el futuro en el mercado, y si estás vendido, recomprándolo. En el caso de las opciones, hay dos tipos de opciones, que son las opciones de compra, call, y las opciones de venta, que se llaman put. Si quiero quedarme largo del activo voy a comprar una opción call, porque me da el derecho de comprar. Es decir, voy a ganar si a vencimiento el subyacente está por encima del precio de ejercicio. Si quiero quedarme en una posición corta sobre el subyacente voy a comprar una opción put, porque de esa manera ganaré si el activo a vencimiento está por debajo del precio de ejercicio. Está son algunas de las formas de las que se pueden actuar en opciones para tomar posiciones cortas o largas.
¿Qué importancia tiene el apalancamiento cuando se opera con este tipo de productos?
La importancia es total. Si me piden una garantía del 20% para actuar en futuros, sobre un subyacente que vale 10. Si tuviera 10 euros, tendría que gastarme 10 euros en comprar el subyacente. Pero si me piden el 20%, es decir, 2 euros, puedo comprar cinco futuros. Con la misma cantidad de dinero puedo invertir en una acción o puedo comprar cinco futuros depositando una garantía de 10 euros, a dos euros por contrato. Esto significa que con la misma cantidad de efectivo estoy obteniendo cinco veces más de beneficios si hay subidas o cinco veces más de perdidas si hay bajada. El apalancamiento si nos va bien y muy doloroso si nos va mal. Por lo tanto, las personas que quieran trabajar en estos mercados tan fuertemente apalancados como los futuros y las opciones deben tener conocimientos mínimos o intermedios sobre el funcionamiento de los mercados financieros, porque en cualquier momento pueden erosionar una gran parte de su capital.
¿Los warrants tienen un elevado riesgo?
No, los warrants son esencialmente opciones que en lugar de estar cotizadas en un mercado de futuros están titulizadas, es decir se han convertido en un titulo valor están listadas en una bolsa. Por lo tanto no deben tener un riesgo superior a las opciones normales. Son equivalentes. Y de hecho, si un emisor de warrants desea hacer emisiones públicas sobre diferentes subyacentes, la condición que les pone el administrador del mercado, en el caso de España Bolsas y Mercados Españoles, es que cumplan con los parámetros de presencia del especialista y estos parámetros son bastante exigentes. El emisor que emite warrants tiene a su vez que poner precios de compra y venta en el mercado con unas horquillas bastante competitivas. Eso hace que un inversor minoristas pueda comprar y vender títulos valores en forma de warrants de una manera muy sencilla a través de su cuenta de valores y con una liquidez garantizada por parte del emisor bastante competitiva, en relación con los mercados estandarizados que a veces ofrecen horquillas bastante amplias. Para un inversor acostumbrado al day trading, las estrategias con warrants pueden ser bastante interesantes. No son más riesgosas que unas opciones. Hay ciertas modalidades un poco más exóticas, donde hay que tener bastante cuidado, ya que son productos que ofrecen bastante apalancamiento y básicamente hacen un tracking o siguen la evolución del subyacente, pero tienen el riesgo de que pueden desaparecer en cualquier momento. En este tipo de warrants sí que hay que ser más precavidos.
¿Son productos todavía desconocidos por los inversores minoritarios? ¿Cómo de importante es la formación a la hora de utilizarlos?
La verdad es que yo me llevo sorpresas con esto. Doy clases en bastantes universidades y foros. Y normalmente me encuentro que doy por asumido que la gente sabe qué es una call, un futuro o un mercado de derivados y la verdad es que no. El 100% de los estudiantes que acuden, un 20% no tienen un conocimiento previo sobre los mercados de derivados. Con lo cual, si son personas que están haciendo una especialización en negocios, te de la sensación de que par aun publico general, el desconocimiento podría alcanzar rangos mayores. A pesar de que para nosotros, metidos en este círculo, son cosas casi evidentes, para el grueso de la población son productos desconocidos. Obviamente, no puedes ponerte a jugar con estos instrumentos si no tienes una formación previa en ellos. Es absolutamente indispensable formarse antes de actuar en estos mercados porque los riesgo de erosión del capital pueden ser importantes fruto del apalancamiento que implican. La formación es indispensable.