Vamos a comenzar si te parece Francisco con las previsiones de esta semana que comenzamos. El dato más importante que vamos a conocer es el del IPC que está en el 0,6% y que podría pasar en septiembre al 0,3%. También vamos a conocer el índice de precios al productor que está en el 0,7% y podría pasar al 0,4%. Además, se van a publicar las actas del Comité Federal del Mercado Abierto y también hay reunión del Fondo Monetario Internacional esta semana.
Correcto, y va a ser interesante las revisiones que el Fondo Monetario haga a sus proyecciones de la economía global. En particular, no solo en términos de la magnitud del cambio a sus revisiones del pronóstico de crecimiento, sino también, por la composición de este crecimiento. A lo mejor lo que quizá vayamos a ver es que revisen al alza el pronóstico de crecimiento para Estados Unidos y un tanto a la baja el crecimiento de la economía china. Entonces, en el neto será interesante dónde queda el número.
Hay que destacar el dato que conocimos el viernes de la semana pasada, el desempleo, que, hizo que los mercados se pusieran nerviosos, se fueron a rojo con ese dato de desempleo. Se quedó como estaba en el 3,8%, aunque se crearon más puestos de lo previsto.
Lo que el común denominador de lo que estamos viendo en este indicador, así como otros indicadores de actividad económica, es la resiliencia de Estados Unidos. Por un lado, tienes que quizás aumenta la probabilidad de ese escenario, que en la industria llamamos el soft landing (aterrizaje suave), pero, por otro lado, ese escenario en el que una desaceleración de la economía de Estados Unidos genere una caída sostenida de la inflación se mantiene un tanto elusivo. Y ello complica a su vez el actuar de las autoridades monetarias en este país.
También hizo que durante la semana pasada los mercados, los tres índices más importantes se mostraran nerviosos, que lo que está pasando con los bonos de Estados Unidos, los rendimientos que están en máximos de los últimos 15 años.
Y aquí hay dos temas torales (importantes) para este debate. Uno es la mayor incertidumbre en torno al actuar de la FED, no solo si van a seguir aumentando, sino por cuánto tiempo se va a mantener una postura monetaria restrictiva. Pero por otro lado también hay ciertas preocupaciones por la sostenibilidad de la deuda en Estados Unidos. Y entonces un deterioro fiscal, que se ha venido dando durante los últimos años, que eventualmente ya lo estamos viendo de manera un poquito más tangible en los activos financieros.
Se van a publicar las minutas de la FED en breve, se vuelven a reunir. Y ese dato que comentábamos antes de desempleo hace ver a muchos que podrían seguir aumentando los tipos de interés, incluso el CEO de JPMorgan ha dicho que podrían alcanzar hasta el 7%. ¿Qué opinión tiene Deutsche Bank?
La opinión oficial de Deutsche Bank es que la FED habría ya terminado su ciclo de alzas de la tasa de interés. Pero, por otro lado, conceden, que el dato que salió el viernes de empleo socava un tanto la probabilidad de ese escenario. Mis compañeros, mis colegas en Deutsche son de la opinión de que, si el dato del viernes es también acompañado con una sorpresa al alza en el dato inflación al que hacías alusión, entonces sí, quizás, eso provocaría una revisión en el pronóstico más alineada con esta visión de que quizás la FED vaya a tener que generar otra alza de la tasa de interés.
La semana pasada también nos dejó otros datos interesantes como el del PMI manufacturero del mes pasado que mejoró y también el sector servicios que repuntó. ¿Esto que supone?
Como mencionaba, el común denominador de todos estos indicadores es la resiliencia de la economía norteamericana. Lo estamos viendo tanto en el sector industrial como en el sector de servicios y quizás el segundo sea el que tenga un mayor impacto sobre la dinámica, sobre el proceso de formación de precios en Estados Unidos.
Tú estás Francisco especializado en Latinoamérica y muchos de estos datos que se publican aquí de la economía de Estados Unidos afectan directamente a los países latinoamericanos. ¿No es así?
Claro, hay diferentes canales de transmisión de lo que sucede con la economía norteamericana que luego se permea tanto a la dinámica de la economía real en las economías latinoamericanas como a las decisiones de política que se realizan en estos países. Entonces, por un lado, tienes que una mayor resiliencia de la economía estadounidense de esa manera genera un impulso a las economías que están más vinculadas a la economía norteamericana, caso particular de México con los vínculos en los sectores industriales, las remesas que los envían tanto a México como a los países centroamericanos. Luego hablábamos, por ejemplo, de la divergencia de Estados Unidos con China, que a lo mejor lo vamos a ver con las revisiones que haga el Fondo Monetario. Sudamérica está más expuesto a China en términos de los flujos de comercio, pero también por el precio de las materias primas, de los commodities. Esta divergencia también puede traer algún diferencial en las trayectorias de crecimiento tanto de, bueno, sería México y Centroamérica, vis a vis Sudamérica.
Y una previsión para final de año de los países latinoamericanos en cuanto a la economía ¿Van a mejorar?
Lo que creemos es que esta divergencia va a continuar. Por un lado, tienes, por ejemplo, la economía mexicana que quizás este año vaya a ser la que te dé el mayor crecimiento dentro de las economías más grandes de la región este año y quizás el próximo año también se mantenga resiliente. Y no solo por Estados Unidos, sino también hay cierta dinámica interna, particularmente en México, está viendo un boom en inversiones muy específicamente en construcción no residencial. Por otro lado, tienes las economías sudamericanas que, por ejemplo, tienes el caso de Chile y Colombia, Chile más expuesto a China, las cuales tuvieron una recuperación muy, muy fuerte después de COVID. Eso sobrecalentó a sus economías, se abrieron desequilibrios macroeconómicos y ahora está en un proceso de corrección, lo cual implica una desaceleración de estas economías. Perú es un poquito diferente porque si bien no tuvo esta recuperación tan fuerte como los otros andinos, la economía se ha visto un poquito sesgada por una serie de eventos sociopolíticos y luego con el fenómeno del niño ha afectado su dinámica de crecimiento, de cierta manera en el neto, haciendo que Perú quede un tanto rezagado en términos de la recuperación pospandemia