¿Nos puedes comentar brevemente cuales son vuestras perspectivas macro para este 2022?
Viniendo de un año como 2021 con fuerte crecimiento, inflación elevada y políticas monetarias fiscales acomodaticias, pensamos que en este 2022 vamos a tender un poco a la normalización. Lo que significa que en términos de crecimiento económico va a seguir siendo fuerte, pero creemos que se va a ir moderando a lo largo del año, a medida que estas políticas monetarias y fiscales dejen de ser tan acomodaticias. Respecto al tema de la inflación, esperamos que a lo largo del año se vaya debilitando un poco, porque pensamos que algunas de las causas de esta inflación, como los cuellos de botella en las cadenas de suministros, se van a ir ajustando. Aunque, en cualquier caso, pensamos que los niveles de inflación en los que nos vamos a quedar van a ser niveles más elevados a los que estábamos acostumbrados en prepandemia. Los Bancos Centrales ha hecho movimientos en las primeras semanas del año, el Banco de Inglaterra ha subido tipos, la FED ha anunciado que lo va a hacer, el BCE ha cambiado el tono de su discurso y el Banco de China los ha bajado. Es un panorama un poco disperso pero es verdad que los Bancos Centrales se están sintiendo incómodos con esta subida de la inflación y están cambiando su discurso hacia políticas menos acomodaticias, con lo que ello implica en tipos de interés, costes de financiación, aplanamiento de las curvas, valoraciones de activos, etc. En cuanto a resultados empresariales, en 2022 los esperamos buenos, pero algo peores que en 2021 cuando fueron extremadamente buenos. Por último, no hay que olvidar también seguir muy cerca como evoluciona el tema del Covid y todos los riesgos geopolíticos, como pasa ahora con el tema de Rusia y Ucrania
En este entorno de mercado, y con este inicio de año tan volátil y complicado, ¿qué tipos de activo preferís?
Hemos tenido un arranque de año trepidante y con mucha volatilidad para la renta variable, pero nosotros seguimos pensando que la clase de activo que mejor va a resultar por el binomio rentabilidad-riesgo para este año va a ser la renta variable. Siempre teniendo en cuenta que la renta variable es la parte de una cartera que tiene que estar bien construida de acuerdo al perfil de riesgo de cada inversor, de su horizonte temporal y de lo que quiere conseguir con esa cartera.
El mes de enero ha sido generalmente malo para la Renta Variable ¿Cuál sería la manera más eficiente de acercarnos a esta clase de activo?
Es verdad que la renta variable ha tenido un arranque muy complicado en el primer mes del año, y en parte el origen de ello han sido los miedos que tenían los inversores por los siguientes movimientos de la Fed, en el sentido de que fueran más rápido o más agresivos de lo que en un principio se esperaban. Esto ha afectado mucho a la renta variable y a determinados sectores como el tecnológico y a compañías growth o muy growth, porque son las que tienen unos resultados más inciertos y que se van a dar más en el futuro; además, con una subida de tipos son las compañías que más penalizadas se ven a la hora de sus valoraciones actuales. Con todo, a nadie le gustan estas volatilidades, pero hay que tener en cuenta que por ejemplo en el caso del S&P 500, la rentabilidad anualizada en los últimos 3 años ha sido en torno al 20%, por tanto determinadas correcciones de mercado entran dentro de lo que es un ciclo normal. Es también importante analizar cuales son los orígenes de esa volatilidad para poder reconstruir nuestras carteras o adaptarlas a ese nuevo entono. Nosotros, en ese sentido, como gestores activos que somos, hemos encontrado compañías que antes nos gustaban pero que por precio no entrábamos, porque las veíamos caras, y ahora empiezan a estar más en nuestro radar por temas de precios. Lo que buscamos fundamentalmente son compañías de calidad, el factor quality que se comenta mucho ya sea en value, en growth, en defensivo o en cíclico, pero siempre compañías de calidad con buenos balances, poco apalancadas, que tengan beneficios recurrentes y que reinviertan en sus negocios, de tal manera que eso hace que tengan unos resultados recurrentes y estables en el largo plazo. Además, estas compañías históricamente han capeado mucho mejor los momentos de crisis o caídas fuertes de mercado.
Con respecto al sector tecnológico, ¿dónde encontráis estas compañías de calidad y que puedan tener recorrido en este entorno
En el sector tecnológico, que tradicionalmente casi por definición lo que nos aporta es deflación, si hacemos un análisis muy en profundidad, compañía a compañía, podemos encontrar oportunidades en empresas que nos ayuden a cubrir ese riesgo de inflación porque tiene un poder muy fuerte de fijación de precios y pueden trasladar ese aumento de la inflación a los precios finales de los clientes. Ejemplos de ello, las compañías de torres de comunicación que alquilan su espacio y servicios a grandes compañías de móviles; la localización de estas torres de comunicación está regulada por ley, de tal manera que muchas de estas grandes entidades de telecomunicaciones no pueden moverse fácilmente de una a otra y eso implica que por ejemplo ese 3% de incremento de precios anual que les pasas estas compañías de torres, lo pagan tranquilamente. Otro tipo de empresas en la que vemos oportunidades son aquellas que producen bienes irremplazables, por ejemplo Microsoft y su Office 365, que en marzo de este año hará la primera subida de precios, en torno a 1 o 2 dólares mensuales, lo que supone un incremento de entre el 8 y 25%. Otro tipo de compañías donde vemos oportunidades es en outsourcing, como por ejemplo ADP, que presta servicios en la parte sobre todo de recursos humanos y pago automático de nóminas; y también en empresas que realmente producen servicios que hacen que otras los necesiten para no parar su producción, como por ejemplo ASML de semiconductores. Por tanto, compañías dentro del sector tecnológico que nos pueden ayudar a cubrir ese riesgo de inflación, pero siempre con una gestión muy activa, de análisis y de selección de compañías muy en profundidad.