Lanzado hace justo diez años, Echiquier World Equity Growth invierte en crecimiento allí donde lo encuentra. Gestionado por David Ross, asistido por Rolando Grandi y dos analistas, este fondo de convicción sigue una disciplina que ha dado resultados: exhibe un excelente historial desde su creación, el fondo registra una rentabilidad acumulada del 140,2%, frente al 102,1% de su índice de referencia, el MSCI ACWI NR EUR; del 33% a cinco años, frente al 12,5% de su índice, y del 16,3% a tres años, frente al 1,9%.
La filosofía es muy sencilla: el fondo invierte en megatendencias a escala mundial. Actualmente atendiendo a tres prioridades: el teletrabajo, el consumo en el hogar y las clases medias de los países emergentes. Con una disciplina sumamente estricta y la visión a largo plazo, para librar la agitación de los mercados y de la tiranía a corto plazo. Esta filosofía ha dado buenos resultados a lo largo del tiempo, especialmente en un contexto de ralentización del crecimiento y tipos bajos: las empresas capaces de crecer en este entorno son más rentables para los inversores.
Cinco claves del Echiquier World Equity Growth frente a la crisis del COVID-19
1. Reestructuración de la cartera
Seguimos invirtiendo en los motores del crecimiento mundial, pero se ha ajustado el marco de inversión para la toma de decisiones, con base en la sostenibilidad de los modelos de negocio en el nuevo «mundo corona».
Dado nuestro horizonte de inversión los efectos a corto plazo del coronavirus resultan irrelevantes. Lo que importa son los efectos a largo plazo. Hay que tener en cuenta dos preguntas en este contexto: La primera es ¿Qué sectores prefiere en el contexto actual?
La caída del mercado ha generado oportunidades para las empresas cuya base de ingresos ha quedado en suspenso o se ha perdido temporalmente, ya que los mercados no han calculado bien la capacidad de generar beneficios a largo plazo, al enfocarse en los trimestres inmediatos.
En Echiquier World Equity Growth, son empresas que han registrado una pérdida de demanda temporal, pero que volverán a un nivel normal procesadores de pagos como Mastercard y Visa o el operador chino de restaurantes de comida rápido YUM China. Cuando la economía se reabra, la gente volverá a comprar comida rápida y a utilizar sus tarjetas de crédito o débito. Otro segmento al que también hemos aumentado nuestra exposición es equipos médicos, especialmente una compañía como Stryker. Se trata de un conocido fabricante de rodillas ortopédicas y, ante el aplazamiento de la cirugía no esencial durante la crisis del coronavirus, el mercado ha tratado su acción como si toda la cirugía no esencial se hubiese cancelado para siempre. Creo que valores como estos registrarán un aumento de la demanda cuando el mundo se normalice tras esta crisis inmediata.
La segunda pregunta sería ¿qué tipo de empresas gestionarán mejor la crisis?
Las crisis económicas siempre ponen en evidencia a las empresas con modelos de negocio deficientes y balances débiles. Las que mejor sobreviven son empresas grandes que generan importantes flujos de caja operativos. Estas empresas tienen los recursos para invertir en investigación, realizar compras y atraer al mejor talento, para posicionarse como ganadores en el mercado futuro, mientras que el resto del mundo solo intenta sobrevivir económicamente. Las empresas que se ajustan a esta descripción de sólidos balances, flujos de caja operativos sustanciales y posiciones de liderazgo incluidas en Echiquier World Equity Growth son, por ejemplo, Microsoft, Adobe, Facebook, Amazon, Alibaba, Mastercard, Visa y Thermo Fisher.
Echiquier World Equity Growth tiene como objetivo evitar empresas cuyas ventas se ven beneficiadas a corto plazo, como los fabricantes de papel higiénico, o los cruceros cuyas ventas creemos que se verán perjudicadas para siempre.
2. Las principales decisiones pasaron a ser las relativas a los modelos de negocio y la sostenibilidad de los modelos en el nuevo «coronamundo»
Clasificando las empresas en cinco grupos:
- Aumento de demanda, pero solo por impulso: son empresas como tiendas de alimentación, fabricantes de alimentos en conserva y productores de papel higiénico. Se beneficiaron de una fase de abastecimiento, pero una vez pase, la gente tendrá que tirar de existencias. Estas empresas no se beneficiarán a largo plazo.
- Aumento de demanda, probablemente para siempre debido al cambio de comportamiento: son las beneficiarias del trabajo desde casa o de la compra desde casa. Estas empresas serán ganadoras, pero nunca han sido baratas.
- Suspensión de demanda, pero no perdida: son las compras de auto refuerzo en esta situación, porque el mercado se ha centrado en el impacto a corto plazo, sin tener en cuenta que sigue existiendo, aunque haya quedado aplazada.
- Pérdida de demanda, pero volverá a un nivel normal: son, por ejemplo, empresas como restaurantes de comida rápida o de procesamiento de pagos. Una vez que la economía se reanude, el gasto normal volverá.
- Pérdida de demanda que nunca volverá: se incluyen en esta categoría las películas de cine y los cruceros. En mi opinión, los fabricantes de coches también entran dentro de esta categoría, porque creo que el número de coches necesarios por familia disminuirá. El sector no desaparecerá, pero se reducirá para siempre.
3. La rentabilidad, superior desde el inicio de la crisis
Desde el inicio de la crisis de la covid-19, Echiquier World Equity Growth ha demostrado su capacidad de resistencia y adaptación. Con una rentabilidad trimestral del -16,2% de la clase retail y del -15,8% de la clase institucional del Echiquier World Equity Growth, el fondo ha superado a su índice de referencia, el MSCI ACWI NR EUR, que se anotó un -19,6%. Esto supone una rentabilidad 340 y 380 puntos básicos superior para las clases retail e institucional, respectivamente.
La rentabilidad superior actual se debe principalmente a la selección de valores estadounidenses, como Amazon y Microsoft. La sobreponderación en China, con Yum China, propietaria de los restaurantes KFC y Pizza Hut en ese país; y la sobreponderación en lo que denominaría los «ganadores de la recesión». Aunque es cierto que cada recesión tiene causas diferentes, siempre tienen el mismo resultado: los ganadores son los que inician la recesión con balances sólidos y flujos de caja excelentes, ya que pueden aprovechar el debilitamiento de la competencia para contratar talento, realizar adquisiciones e invertir en crecimiento futuro. Es el caso, por ejemplo, de Microsoft, Adobe, Facebook, Amazon, Alibaba, Mastercard, Visa o Thermo Fisher.
4. ¿Qué región será la primera en salir de este periodo de contracción?
Estados Unidos saldrá primero. Tiene la economía más flexible del mundo por lo que respecta al mercado laboral y formación empresarial, condiciones que permitirán a la economía estadounidense adaptarse mucho más rápido que las economías dirigidas centralmente, como China o Europa. Otra ventaja que tiene EE. UU. es que no es una economía orientada a la exportación ni está dominada por la producción industrial. Es una economía interna basada en el consumo que no tiene que esperar a que otros países tiren de la demanda o que las cadenas de suministro se reanuden. Además, EE. UU. tiene el sistema bancario más saneado y mejor capitalizado del mundo, alentado por una oferta de liquidez ilimitada del banco central, lo que permitirá un acceso más rápido y fácil al capital para estimular la economía.
5. ¿Cuándo se superará la crisis del coronavirus y qué supone esto para la política de inversión del fondo?
Cuando la pandemia sea controlable, las economías podrán reiniciarse y adaptarse a la nueva normalidad. Las economías solían funcionar siempre así cuando los brotes de sarampión y polio eran habituales. En general, debido a las medidas de distanciamiento social y las cuarentenas, el crecimiento económico será menor al de una salida de recesión normal. Esto favorecerá a los valores de crecimiento (growth), ya que son empresas que generan su propio crecimiento, independientemente del ciclo económico. Ese será el guion que habrá que seguir hasta que se desarrolle una vacuna. Si se encuentra una vacuna, el mundo (y los mercados) montarían una fiesta global como no se ha visto en cien caños, desde el fin de la pandemia de «gripe española» de 1918. Dicho de otro modo, si aparece una vacuna, habría una repetición de los «felices años 20».