La vivienda inversa no sólo es el producto que mayor importe ofrece por la vivienda, sino que tiene una flexibilidad que no existe en el resto de las alternativas de monetización del ahorro inmobiliario. Así, si el vendedor abandona el inmueble antes de tiempo, él o sus herederos reciben el importe de la bolsa de alquiler retenido y no consumido, aumentando así la monetización. Si, por el contrario, el vendedor supera la esperanza de vida estimada y ya ha consumido toda la bolsa de alquiler, a partir de ese momento sólo abonará los gastos de comunidad y los suministros. Además, Inversa Prime es una compañía cotizada, con todas las garantías de seguridad jurídica y transparencia que implica.
El público objetivo está compuesto por más de nueve millones de mayores de 65 años, que superará los catorce millones en 2040. De éstos, el 90% tiene una vivienda en propiedad y más del 70% tienen como único ingreso la pensión del Estado, que en el 65% de los casos no supera los 1.300 euros mensuales. Por lo tanto, Inversa Prime opera en un mercado con una demanda estructural creciente, caracterizado por una edad media en la que disminuyen los ingresos y pueden crecer la necesidad o el deseo de liquidez, y cierta incertidumbre respecto al sistema nacional de pensiones.
En este contexto, la ubicación, la liquidez y la rentabilidad son la base de la estrategia de inversión de Inversa Prime, que busca activos impermeables a los ciclos inmobiliarios. Por este motivo, el 98% de los activos se ubican en los barrios más líquidos de Madrid y Barcelona, ciudades que históricamente han registrado ciclos con correcciones menos pronunciadas y recuperaciones más rápidas. Por su parte, el riesgo de desocupación e impago es prácticamente nulo porque los vendedores permanecen en la vivienda con un contrato de alquiler vitalicio y la estructura de la propia operación otorga una garantía de rentas suficiente.
Con esta estrategia, a 31 de mayo Inversa Prime superó los 89,5 millones de euros de inversión y contaba con una cartera de 207 inmuebles ubicados en zonas prime de las principales ciudades españolas, dando continuidad al ritmo inversor iniciado en el último ejercicio y según lo previsto en el Plan Estratégico 2021-2023. Así, en 2021 el número de activos pasó de 69 a 172 y la inversión superó los 41,3 millones de euros. Además, la inversión comprometida al cierre del pasado mes de mayo superaba los 6,1 millones de euros y el pipeline de inversiones bajo análisis era superior a 200 millones de euros.
Cabe destacar que el incremento del net asset value (NAV) por acción en 2021 fue un 13,9% superior al del ejercicio anterior, hasta situarse en 1,47 euros por acción. Este incremento de la rentabilidad se produjo, además, después de multiplicar por más de dos el número de acciones en circulación tras la ampliación de capital realizada en julio de 2021. De hecho, Inversa Prime es una de las SOCIMI que mayor retorno ha generado para sus accionistas en los últimos años, con más de un 10% de media desde 2019.
El principal objetivo de la SOCIMI es alcanzar 250 millones de inversión en 2023, manteniendo el crecimiento en Madrid, su principal mercado, y consolidando su posición ciudades en las que ya está presente como Barcelona, Valencia, Málaga, Sevilla y Bilbao. El apalancamiento financiero de la compañía sigue siendo bajo, situándose en el 23,2% al cierre de 2021 y lejos aún del objetivo del 50%.
Por último, Inversa Prime no tiene vocación patrimonialista, sino de rotación. Cuando un activo se libera se procede a su venta o alquiler, dependiendo del ciclo de mercado, siempre con el objetivo de maximizar la rentabilidad del inversor. Por todo ello y especialmente por la demostración de su potencial de crecimiento, el perfil defensivo de su cartera de activos y la rentabilidad ofrecida hasta la fecha, creemos que Inversa Prime se posiciona como un valor a seguir.