En opinión de Oriol Blanch, aún no hemos visto los máximos deBitcoin. De hecho, "creo que el ciclo alcista de Bitcoin aún no ha comenzado por completo. Hemos pasado la fase inicial de ruptura de máximos, pero todavía no hemos visto el movimiento parabólico de Bitcoin que lo lleva a los titulares y a las carteras de los grandes inversores. Considero que lo mejor está por venir, y las caídas actuales representan unaoportunidad de compra, como lo están viendo BlackRock y otros fondos de inversión".

En este sentido, Cathie Wood, de Ark Invest, ha proyectado que Bitcoin podría alcanzar los 300.000 dólares en su peor escenario para 2030 y superar el 1.5 millones en el mejor. "Cathie Wood suele hacer estimaciones muy optimistas, pero en el pasado ha acertado con predicciones como la de Tesla, que muchos consideraban sobrevalorada y terminó alcanzando sus estimaciones".

En cuanto a los catalizadores claves para que Bitcoin continúe su ascenso, uno de los focos va a estar en la inflación en EEUU, impulsada por políticas como las tarifas comerciales de Donald Trump. En ese contexto, Bitcoin reforzaría su papel como reserva de valor, diferenciándose de las altcoins. Además, declaraciones del propio Trump, la postura del nuevo presidente de la SEC y posibles regulaciones más claras podrían incentivar la entrada de más inversores institucionales en Bitcoin. Con todo, aún no ha comenzado la fase parabólica del ciclo, en la que Bitcoin domina titulares y se convierte en una prioridad de inversión. 

Por último, respecto a la correlación entre Bitcoin y Nasdaq, a día de hoy, es evidente: cuando el índice tecnológico cae, Bitcoin también lo hace. Incluso, su comportamiento es similar al de un Nasdaq apalancado por 3, lo que refuerza su condición de activo de riesgo (risk-on). Sin embargo, a largo plazo, esta relación podría cambiar. Si la inflación vuelve a ser una preocupación seria, Bitcoin podría evolucionar hacia un comportamiento más defensivo, alejándose de su actual dependencia del mercado tecnológico.