Después de un primer trimestre dominado por la volatilidad y el caos de los mercados, ¿qué esperáis para el conjunto del año y el segundo trimestre?
Esperamos que la volatilidad siga siendo un factor determinante. Vamos a ver retornos bastante discretos de prácticamente todos los activos; los de riesgo y también los tradicionales. Las TIREs y los tipos de interés siguen en mínimos históricos. Va a seguir siendo un entorno muy complicado de mercados y para gestionar carteras.
Uno de los factores que ha afectado más a las bolsas desde principios de año ha sido la expectativa de subidas de tipos de la FED. ¿Por qué apostáis vosotros?
Nosotros apostamos por una subida a finales de año. Lo vamos a seguir muy de cerca porque ellos mismos han reconocido que todos sus movimientos van a ser dependientes de datos macroeconómicos y ahora también han añadido la volatilidad de los mercados financieros y las condiciones económicas a nivel global. Lo cual hace aun más complicado anticipar cualquier movimiento de tipos por parte de la FED.
Nos parece improbable que teniendo en cuenta las pocas presiones inflacionistas en EEUU, el débil crecimiento del primer trimestre y la incertidumbre que generará el referéndum del Reino Unido en junio sobre la salida de la Unión Europea, nos parece poco probable que suban los tipos antes o durante el verano. Seguimos apostando por una única subida a finales del año.
Por otro lado, el BCE ha sacado parte de su arsenal en Europa, ¿podríamos esperar más sorpresas por parte de Mario Draghi en los próximos meses?
Yo creo que menos el año pasado, Draghi siempre ha conseguido sorprender incluso a los más optimistas con respecto a las medidas que ha adoptado. Y él mismo y otros miembros del BCE no han descartado medidas más agresivas. A día de hoy, teniendo en cuenta los datos de crecimiento e inflación, es poco probable que en el corto plazo –salvo que ocurra algo muy grave- anuncien nuevas medidas. Acaban de anunciar una batería y habrá que ver el efecto que tienen. Pero ellos mismos han anunciado que no se cierran a medidas más agresivas.
Habéis reducido hasta una posición neutral la asignación de activos a renta variable a vuestras carteras. ¿Por qué?
Hemnos reducido el peso en renta variable porque estamos viendo incertidumbre a nivel macroeconómico y varios trimestres de crecimientos empresariales menores de lo que esperábamos. Sin embargo vemos una grandísima oportunidad en el High Yield donde los diferenciales se han ampliado y la oportunidad de rentabilidad-riesgo es más atractiva.
Aun no hemos tomado una posición corta en renta variable, así que no es que tengamos una visión en el activo, pero vemos una oportunidad más atractiva en el High Yield.
Aunque reconocéis que la valoración de la bolsa emergente es más atractiva, seguís sin favorecerla en vuestras carteras. ¿Por qué? ¿Qué debería ocurrir para que aumentárais su presencia?
Lo que es fundamental para que los mercados emergentes sigan recuperando y tengan un ciclo de rentabilidades positivas es que haya crecimiento de beneficios empresariales. Hemos visto que el dólar se ha estabilizado, recuperación de las materias primas. Pero es fundamental que suban los beneficios. Cuando veamos el crecimiento de los beneficios veremos que los mercados deberían tener un ciclo alcista.
En el corto plazo, en la medida que la FED retrase la subida de tipos de interés eso debería favorecer a todos los activos de riesgo, en particular de los mercados emergentes, que hemos visto que han sido el activo que mejor se ha comportado desde principios de año.
Es cierto que hay que diferenciar entre mercados emergentes. Hay algunos que están cotizando en ratios relativamente caros, como India. Pero hay otros donde vemos oportunidades. Hay que ser selectivo. Pero en general, hasta que no veamos subidas de beneficios empresariales mantendremos una visión de cautela con respecto a los mercados emergentes.
Apostáis claramente por el High Yield. ¿Cómo convencéis a los inversores para entrar en un sector en el que están aumentando los impagos, sobre todo en EEUU?
Nosotros estamos apostando por el High Yield, tanto americanos como el europeo. Es importante diferenciar entre el universo global del High Yield y el sector de energía, donde probablemente veamos incremento de los impagos y problemas.
También hay que diferenciar entre el mercado high yield norteamericano y el europeo. En el mercado americano las duraciones son más largas y las calificaciones crediticias son más bajas, con lo cual teóricamente es un mercado más volátil y de más riesgo que el mercado europeo. A eso hay que añadirle que el peso de la energía es más pequeño y que los ratings son más altas. Con lo cual tienes un universo de inversión donde las rentabilidades esperadas son ma´s bajas, pero el riesgo es menor. Con lo cual yo diría que el high yield europeo es uno de los sectores que más nos gusta.
Los fundamentales son más sólidos, las compañías tienen liquidez, no tienen necesidades de financiación en el corto plazo y eso se está reflejando en tasas de impago históricamente bajas. Aunque hay margen para que suban, el diferencial actual te está compensando.