- ¿Qué previsión macroeconómica manejan desde Aegon AM para este 2023?
El año 2023 consideramos que va a ser un período aún de volatilidad. Estamos asistiendo a la reapertura de China y también estamos en medio del conflicto entre Rusia y Ucrania que son dos factores que aportan inestabilidad geopolítica al mundo y más de cerca a Europa teniendo en cuenta que tenemos una gran dependencia a nivel comercial y energético tanto de Rusia como de China. Son dos factores importantes a nivel de inflación. Hasta ahora el consumo chino ha estado un poco apagado o silenciado en los últimos años y puede ser una fuente de alza de precios y por tanto podemos volver a inflaciones altas, que esperemos que no ocurra y por eso somos cautos a la hora de analizar la inflación en comparación con la del año pasado. Podemos asistir a sorpresas en ese sentido y por otro lado los precios de las materias primas parece que se están normalizando. Somos bastante cautos con el escenario de los próximos meses porque si bien vemos que la inflación se está reduciendo un poco más y un más cerca del objetivo del 2% de los bancos centrales, creemos que va a seguir en niveles elevados y no se va a reducir tanto. Esto va a determinar las políticas monetarias de los bancos centrales y las políticas fiscales de los países, por tanto no prevemos que la incertidumbre vaya a pasar. A final de año, el Banco Central Europeo (BCE) y la Reserva Federal ya anunciaron que iban a ser más estrictos en cuanto a subidas de tipos de interés, pero no sabemos si es para asustar un poco a los mercados o realmente es una acción que van a hacer y veremos como se traduce en futuras medidas.
- La renta fija genera mucho consenso entre las gestoras de fondos, ¿dónde ven más valor en este segmento?
En el segmento de la renta fija vemos más valor en los cortos plazos por la volatilidad que hemos comentado anteriormente y además tampoco sabemos hasta qué nivel se van a elevar los tipos de interés. Preferimos ser cautos y situarnos en niveles mucho más cortos, es decir en bonos con duraciones por debajo de cinco años o en estrategias de bonos flotantes de medio año. Las estrategias más flexibles permiten a los gestores realizar su asignación de activos en función de las perspectivas económicas y ayudan a ser más activos dentro de la gestión en cuanto se vayan aclarando los escenarios que estamos viviendo.
- ¿Cómo ven la deuda soberana que tras muchos años empieza a dar rentabilidad?
La deuda soberana empieza a dar rentabilidad porque, por ejemplo, en España el bono a diez años está situado entre el 3%-3,5% y eso significa que los activos de menor riesgo están dando ya algún tipo de rentabilidad. Decimos activos de menor riesgo porque siempre situamos a los bonos soberanos como aquellos que tienen la menor probabilidad de impago. Esto genera mayor presión en el resto de activos porque recibir un 3% en un activo libre de riesgo significa que en un activo con mayor riesgo se debe obtener mayor rentabilidad. Esto supone una oportunidad para aquellos inversores más conservadores que en los últimos años veían como en este tipo de activos no obtenían ninguna rentabilidad. El 3,5% marca el punto de inflexión a partir del cual el retorno se puede disparar en función del tramo de la curva en el que nos situemos y en función de la calidad crediticia en la que nos situemos.
- 2022, sin embargo, fue el peor año de la historia para los bonos, ¿cómo se recuperan las pérdidas en renta fija?
El 2022 fue un año malo para los bonos si nos fijamos únicamente en el precio, pero con la renta fija debemos ser conscientes de que hay dos elementos de rentabilidad: los cupones, esos intereses que van pagando las empresas o los Estados con su deuda y ese movimiento de precio que se puede ver en función de la oferta y la demanda que tiene el bono. Debemos ser conscientes de que el bono a vencimiento siempre paga su valor nominal independientemente del precio en el que se sitúe. 2022 por las caídas de precios lo que reflejó es que hay mayor potencial de revalorización a futuro, por tanto mayores rentabilidades y trajo también oportunidades de compras en bonos que antes quizá por los precios no había. No debemos de ver 2022 tan negativo para la renta fija porque supuso oportunidades de inversión y también hay que ser consciente de que como inversor conservador en renta fija al vencimiento siempre se recupera la inversión. Con lo cual hay que dejar de ver ese valor liquidativo diario, cómo se mueve y ser consciente de que hay cupones que van devengando y aportan cierta rentabilidad a las carteras.
- ¿Qué activos sobreponderan en renta variable?
En renta variable en estos momentos, pese a tener un escenario más positivo para la renta fija de cara a 2023, somos más positivos con las compañías de mayor calidad. Es decir, aquellas empresas que están menos apalancadas, que tienen menor necesidad de financiación en un momento de subida de tipos y luego que se sean capaces de generar flujos de caja y liquidez para poder ser capaces de enfrentar cualquier escenario adverso que se pueda plantear y que no estemos teniendo en cuenta. Debemos de ser conscientes de que hay una recesión que se aproxima, que se ha descontado pero que no sabemos si va a ser suave o un poco más fuerte. Las empresas de calidad van a estar mejor preparadas para hacer frente a esos posibles reveses que se puedan plantear en toda la cadena de producción, ya sea subida en el precio de las materias primas, de los costes laborales, bajada de demanda que es lo que buscan los bancos centrales con sus subidas de tipos…
Dentro de todos los sectores hay empresas de mayor calidad y de menor calidad, al final es el análisis fundamental de selección de compañías el que determina en qué empresas debemos estar. Hay que evitar, y eso estamos haciendo a través de nuestras estrategias de renta variable, la inversión en compañías con mayor apalancamiento y estamos huyendo de ellas por los tipos de interés a los que nos enfrentamos y además debemos tener visibilidad en las inversiones a largo plazo que hacen las empresas, que dependiendo de los sectores es difícil ver.