Grenergy Renovables ha presentado unos resultados anuales que han supuesto un punto de inflexión en la evolución de la compañía, generando gran expectación ante la comunidad de inversores institucionales en el evento de presentación realizado en la Bolsa de Madrid, como preámbulo a su salida al Mercado Continuo.
Y es que estas cuentas reflejaron una nueva dimensión de compañía, tal y como ya anticipó el Plan de Negocio 2018-2020 publicado meses antes, pues no solo cumplieron con los objetivos previstos, sino que los superaron, mostrando el potencial de crecimiento de la multinacional y permitiéndole seguir adelante con los siguientes pasos estratégicos.
Así, Grenergy consiguió incrementar su beneficio un 274% hasta los 13,1 millones de euros el año pasado o, lo que es lo mismo, hasta los 0,54 euros por acción. Además, la compañía también vio crecer sus ingresos un 16% hasta los 55,5 millones y consiguió triplicar su EBITDA, alcanzando los 22 millones de euros. Todo ello, al mismo tiempo que experimentó una situación de desapalancamiento financiero, con un nivel de deuda cercano a cero, y cuyos fondos propios casi se duplicaron hasta los 29 millones de euros.
Una estructura de balance prácticamente perfecta para acometer nuevas inversiones, que ha sido posible gracias a un contexto propicio a nivel global, como así lo refleja el reciente dato publicado por la Agencia Internacional de las Energías Renovables (IRENA), que asegura que la energía renovable representa ya un tercio de la capacidad energética mundial, después de que esta aumentara un 7,9% hasta los 171 GW en 2018, impulsada por las nuevas incorporaciones de energía solar y eólica, que representaron el 84% del crecimiento.
Pero también gracias a la diversificación geográfica y tecnológica que la compañía ha consolidado en los últimos años y que ha dado lugar a una cartera de proyectos de más de 2.5 GW en diferentes etapas de desarrollo y que está previsto que aumente hasta los 5 GW en el corto-medio plazo.
De este modo, en esta cartera de proyectos doblemente diversificada destaca España, donde posee un pipeline de más de 1 GW repartidos entre Castilla La Mancha, Comunidad Valenciana o Andalucía. También Chile, con un pipeline superior a 800 MW en 38 proyectos, donde Grenergy es la compañía con más plantas fotovoltaicas conectadas a la red con 20 plantas conectadas y 9 en construcción.
Igualmente, en Perú la compañía tiene un portafolio de 382 MW tanto segmentado en proyectos solares y eólicos en las zonas con más recursos del país. También en Colombia (con 140 MW en distintas fases de desarrollo), Argentina (con un proyecto eólico de 24 MW adjudicado con un PPA, financiado y actualmente en construcción) o México (con 30 MW adjudicados en San Miguel de Allende en la subasta de 2017).
Presente ya en los retos futuros
Por tanto, como se desprende de este pipeline, uno de los retos de Grenergy pasa ahora por reforzar su posición como productor independiente de energía (IPP), teniendo en cuenta la fuerte irrupción de los contratos de compraventa de energía a largo plazo (PPA) que están revolucionando completamente el panorama energético mundial. Eso sí, no sin ello desatender la particular estrategia de rotación de activos que ha permitido a la compañía crecer de forma orgánica y convertirse en un actor de referencia en el sector.
Asimismo, también será importante seguir trabajando en los próximos años en el desarrollo de proyectos solares y eólicos que permitan avanzar hacia sistemas de producción de 24 horas. Y es que para lograr una matriz 100% renovable, es imprescindible que la fotovoltaica y la eólica trabajen juntas, sobre todo considerando que ambas tecnologías han madurado y que actualmente son las energías más competitivas del mercado. Todo ello, junto con el desarrollo y abaratamiento de las baterías de almacenamiento, donde Grenergy también trabaja en un proyecto piloto, serán los ejes que muevan el futuro más inmediato de la compañía y también los de la industria renovable.
