Desde una perspectiva fundamental y de expectativas, Europa partía con valoraciones significativamente más bajas para 2025 en comparación con Estados Unidos, donde los niveles de valoración eran mucho más exigentes. En las bolsas europeas, sectores rezagados en los índices, como el automovilístico, el de consumo y el de materias primas, han experimentado un fuerte impulso, lo que ha favorecido su desempeño. Sin embargo, en términos de valoración, algunos sectores han sido fuertemente castigados.

Por otro lado, la diferencia en los tipos de interés entre ambos mercados también juega un papel clave. En Estados Unidos, las tasas son más altas, mientras que en Europa se espera una mayor reducción de tipos. Esto hace que la renta variable europea resulte más atractiva en comparación con la estadounidense.

Asimismo, las recientes noticias sobre un posible fin del conflicto entre Rusia y Ucrania, aunque aún inciertas, podrían impulsar especialmente a las bolsas europeas, favoreciendo valores cíclicos vinculados al sector manufacturero y al consumo. El fin de la guerra contribuiría a una caída en los precios de las materias primas, en particular del petróleo, lo que reduciría las expectativas de inflación. Esto, a su vez, impulsaría el aumento de los salarios reales, fortalecería el consumo y daría un nuevo empuje a la economía europea.