No puede haber método más natural y fiable para confirmar una identidad que el reconocimiento facial. Esa es la filosofía de Facephi, una empresa que ve la luz en septiembre de 2012 con la biometría y la seguridad bancaria como ideas, y con el reconocimiento facial como el método para abrirse camino en un sector de oportunidades.
El reconocimiento facial se ha convertido en un campo de investigación muy activo y se ha posicionado como una de las tecnologías con mayor potencial de crecimiento. ¿Por qué? Porque a través de ella se puede determinar la identidad de una persona analizando su rostro y, a diferencia de otras biometrías tipo iris o huella dactilar, de una manera no intrusiva y con una limitada colaboración por parte del usuario. Sólo es necesario que el rostro sea capturado por una cámara web. De esta forma, nosotros nos convertimos en nuestra propia contraseña. Y ¿hay mayor seguridad que uno mismo?
Facephi tuvo la respuesta clara. Y, viendo los resultados, está claro que era la correcta. En la actualidad, 30 bancos usan diariamente el sistema de reconocimiento facial de FacePhi. Además, la compañía del MAB tiene 6 millones de usuarios y más de 500 millones de autentificaciones. Éxitos que la compañía aplaude pero que quiere seguir aumentando. Sus planes pasan no sólo por seguir creciendo de forma orgánica, sino por afianzar su posición en el sector biométrico, consolidar su liderazgo en Latinoamérica y abrirse a nuevos mercados internacionales y líneas verticales de negocio, como pueden ser el sector de la automoción o aeropuertos. Con todo esto, de cara a la comunidad inversora, el futuro es más que prometedor para esta compañía, que se basa en una tecnología de futuro que ya usamos en el presente.